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Dudas sobre Vacunación infantil en el primer año de vida

Fecha: 
05 Febrero 2022
Leído 6331 veces
Pregunta

Hola! Se me ha retrasado la vacunación de mi hija a los 6 meses (Es decir no ha recibido vacuna alguna hasta ahora) y mi pregunta es: 1 Será necesario que reciba la misma cantidad de dosis de la Hexavalente!? O debido al retraso hay alguna dosis que ya no será necesaria? Porque se administran las dosis de recuerdo!? Acaso el cuerpo no crea anticuerpos con una sola dosis? Es decir cuando el cuerpo entra en contacto con el virus no crea ya en ese momento inmunidad? Cuál es la marca de vacunas Hexavalentes que ha dado un índice menor de reacciones adversas graves? Me lo podría decir? Gracias 2 No le pondré el mismo día, ni el mismo mes diferentes vacunas! Me gustaría darle respiro a sus sistema inmune.. Por lo que me gustaría saber cómo me aconseja proceder con la pauta de vacunación de la mejor manera pisible! Gracias 3 Porque si el sistema inmunológico de un niño está más maduro a partir del año se le ponen tantas vacunas antes de dicho momento!? 4 Considera efectivo el refuerzo con probiòticos antes de la vacunación!? Teniendo en cuenta que la salud del intestino es de suma importancia para el sistema inmune!? En caso afirmativo cuál considera oportuno!? Me lo podría recomendar!? Gracias 5 Por desgracia mi bebé no pudo tomar el pecho a pesar de mis incansables insistencias, motivo por el cual ha tomado desde siempre leche de fórmula y solo pequeñas cantidades de leche materna! Cree que esto es un problema a la hora de tener mejor inmunidad para hacer frente a la vacunación!? 6 Le agradezco profundamente todas sus respuestas, mi hija es lo más importante que tengo en la vida y considero que la información es poder a la hora de decir y me gustaría poder vacunarla sintiéndome más tranquila y segura hacía este acto que me genera ciertas inquietudes! Muchísimas gracias! Atentamente

Respuesta

Antes que nada, darle nuestra sincera enhorabuena por su maternidad reciente, sin duda alguna, como Ud. dice, una experiencia maravillosa que ha hecho de su hija el centro de su existencia. En la actualidad, la mortalidad infantil ha disminuido drásticamente desde principios del siglo XX. Pero no se lleve a engaño: esta disminución de la mortalidad NO se debe a que las enfermedades que antiguamente afectaban a los niños hayan desaparecido de forma espontánea. Este hecho se debe a que, por fortuna, los niños de hoy en día disponen de vacunas que evitan estas enfermedades que antiguamente eran letales en la mayoría de los casos.

El primer año de vida de su hija es el momento más vulnerable de su vida y cuando mayor riesgo tiene de contraer una enfermedad grave. El sistema inmune de su hija está en desarrollo durante este primer año y, ni la lactancia materna ni otras medidas se han mostrado protectoras frente a las enfermedades que antiguamente eran causa de fallecimiento de los niños en su primer año de vida. Enfermedades como la difteria, el tétanos o la tosferina, antiguamente, antes de que existieran las vacunas, eran causa de muerte en la infancia. Le alentamos a que consulte las gráficas de mortalidad infantil antes y después de la vacunación en el siguiente enlace del Ministerio de Sanidad.

Respecto a sus preguntas, vamos a intentar contestarlas en las siguientes líneas, y le animamos a la vez a que consulte las diferentes secciones de nuestra página web dedicadas a padres, en donde podrá ampliar mucho más su información.

1.- El inicio de la vacunación a partir del mes y medio o dos meses de vida no es un capricho. Los primeros 6 meses de vida son, con mucho, el periodo de mayor riesgo de contraer enfermedades graves que puedan comprometer la vida de un bebé. Las “defensas” que una madre trasfiere a través de la placenta al nacimiento a su hijo no son suficientes para garantizar su protección. Puede Ud. misma preguntar a las personas mayores, a sus abuelos y padres, la realidad de la maternidad a principios y mediados del siglo XX. Antes de la vacunación, lo habitual es que una familia tuviera muchos hijos de los cuales prácticamente la mitad fallecían en los primeros años por enfermedades como la tosferina, difteria, sarampión o meningitis. Afortunadamente esto ya no sucede gracias a las vacunas.

2.- Si no ha vacunado ya a su hija, es conveniente que lo haga lo antes posible para asegurarle su protección cuanto antes frente a las enfermedades de las que protegen estas vacunas. Piense que las vacunas están desarrolladas para proteger desde los primeros meses a los niños. No prive a su hija de esa protección.

Por debajo de los 24 meses de vida, el número de dosis que debe recibir su hija para estar protegida es el mismo, independientemente de que comience su vacunación a los 2 meses como a los 6 meses. ¿Por qué? Porque el organismo de su hija, por su inmadurez en su sistema inmune, necesita un estímulo inicial con varias dosis para reconocer el antígeno que le proporciona la vacuna y una dosis de refuerzo para consolidad la protección frente a la enfermedad. Esto no cambia hasta que su hija tenga más de dos años de vida.

Cada enfermedad es diferente y tiene diferente grado de complejidad a la hora de poder desarrollar una vacuna, por eso cada pauta de vacunas es distinta, y busca siempre el mínimo de dosis para poder conseguir la máxima protección del bebé. Por eso no es comparable una vacuna con otra. Los investigadores llevan más de un siglo estudiando la manera de proteger a nuestros bebés de enfermedades graves. Se ha avanzado mucho, pero aun quedan enfermedades en estudio para las que todavía no se ha conseguido una vacuna protectora.

Respecto a las vacunas hexavalentes: a todas ellas, sin excepción se les exige la máxima seguridad para poder aplicarlas a los niños. No hay ninguna que difiera de la otra respecto a la posibilidad de reacción adversa. Las reacciones adversas de estas vacunas son leves y pasajeras, y no necesariamente tienen que aparecer en su hija, hay niños que no presentan ninguna reacción. Recuerde que si lo hace, lo normal es que pueda tener algo de fiebre pasajera, que se resuelve con un poco de paracetamol si es necesario o algo de enrojecimiento en la zona de la administración de la vacuna.

Las enfermedades que pueden afectar a los niños en los primeros meses están producidas tanto por bacterias, algunas muy graves, como por virus. Las bacterias sobre todo atacan en estos primeros meses, y la vacuna hexavalente contiene protección frente a 6 enfermedades: tétanos, difteria, tosferina, hepatitis B, poliomielitis y meningitis por Haemophilus influenzae tipo b. Las meningitis son muy graves a estas edades, de ahí la importancia de proteger a su hija frente a ellas. Por fortuna, hace 20 años que disponemos de vacunas para su protección. Gracias a ellas, los profesionales que hace años veíamos por desgracia fallecer niños por esta causa o quedar con secuelas permanentes, hemos visto disminuir el número de casos hasta casi desaparecer desde que comenzó la vacunación.

3.- Es completamente FALSO que la administración de las vacunas sobrecargue de alguna manera el sistema inmune de su hija. Todas las vacunas que se administran a los niños están estudiadas, y antes de que se autoricen y se administren se estudia por encima de todo su seguridad y además se estudia la respuesta protectora que generan en su sistema inmune administrándolas solas o coadministradas entre ellas. Además, los estudios que evalúan el estrés que pueda suponerle a su hija la administración de una o de más vacunas demuestran que es peor separarlas porque administradas juntas en el mismo momento suponen menos estrés que hacerlo por separado. Cada tiempo que demora la administración de las vacunas, Ud. expone sin querer por desconocimiento a un riesgo innecesario a su hija de enfermedad. Si fuera suficiente con protegerla a mayor edad, no le quepa ni la menor duda que los calendarios no comenzarían con la administración precoz de las vacunas.

4.- En la actualidad, los probióticos administrados de forma oral NO han demostrado que mejoren en absoluto la inmunidad de los niños ni de los adultos. Cada uno de nosotros adquirimos una diferente microbiota en función de las bacterias de nuestros padres desde el nacimiento. Aunque en la actualidad se está estudiando mucho para conocer su importancia, todavía no se conoce el modo de poder modificarla ni de cómo su modificación puede afectar a nuestro organismo. Por eso no le aconsejamos que utilice ningún probiótico y le aconsejamos que confíe en que el organismo de su hija.

5.- Aunque la lactancia materna es el mejor alimento para su hija, no debe preocuparle el no haber conseguido instaurar una lactancia completa. Pequeñas cantidades de lactancia materna logran proporcionar a su hija inmunoglobulinas que contribuyen a su protección. La respuesta del sistema inmune de su hija NO depende en absoluto de la lactancia que reciba. Es su propio organismo el que debe madurar paulatinamente, y las vacunas contribuyen a que lo haga de forma más eficiente y que quede protegida lo antes posible.

Como nos decía Ud., su hija es en este momento de su vida el bien más preciado que ha tenido. Nosotros, como profesionales vocacionales dedicados a la pediatría, velamos junto a Uds., los padres, para asegurar la salud de nuestros niños a través de la máxima evidencia científica disponible. Nuestro interés es conseguir que todos los niños se beneficien de toda la protección posible, buscando las mejores herramientas contrastadas y estudiadas en profundidad para asegurar su mejor desarrollo hasta la vida adulta. Le pedimos que confíe en nuestro criterio a la hora de asesorarle si le surgen más dudas. Le alentamos de nuevo a que consulte la información que tiene disponible en la página web y quedamos a su disposición para lo que necesite.

Un cordial saludo

Comité Asesor de Vacunas de la AEP