Vacunación, COVID-19 y Kawasaki

La enfermedad de Kawasaki (EK) es una dolencia de tipo inflamatorio que puede  afectar al corazón y a los vasos sanguíneos (vasculitis).

Las asociaciones que usted expone con rotundidad, no han sido demostradas, y cabría hacer algunas aclaraciones al respecto:

- A día de hoy se desconoce la causa de la EK, aunque se sospecha que algunas personas predispuestas generan una inflamación desmesurada en respuesta a determinados estímulos de tipo infeccioso (microorganismos). Es una enfermedad muy poco frecuente.

- La asociación entre la infección por el nuevo coronavirus (COVID-19) y la EK no ha sido demostrada.

- Tampoco se ha demostrado que ninguna vacuna produzca o favorezca la aparición de EK. Aunque en algunos prospectos de vacunas pueda leer que la EK puede ser un efecto adverso muy raro, ello no quiere decir que sea la vacuna la causante (en los efectos adversos muy raros, esta asociación pudiera ser meramente casual).

- No se han comunicado alteraciones o efectos deletéreos tras administrar vacunas a niños que hayan pasado la COVID-19 y, es más, no es esperable que ocurran. Recuerde que la inmensa mayoría de niños que padecen la COVID-19 sufren una forma muy leve de la enfermedad.

En definitiva, con los conocimientos que tenemos a día de hoy, ni se debe comprobar la existencia o no de anticuerpos contra el nuevo coronavirus antes de vacunar, ni se deben retrasar las vacunas indicadas para cada edad haya pasado o no el individuo la COVID-19.

La única precaución con respecto a la vacunación que hay que tomar tras padecer un caso leve-moderado de COVID-19 es esperar al menos 14 días tras la desaparición de los síntomas antes de administrarse la vacuna, pero este intervalo se aconseja por motivos meramente epidemiológicos (disminuir la posibilidad de que el paciente contagie a otros cuando acuda al centro de salud a vacunarse).

En definitiva, le recomendamos que vacune a su hijo sin dilación.

Un saludo,

Comité Asesor de Vacunas de la AEP