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Efectos secundarios de las inmunizaciones

Julio 2024

Todos los fármacos pueden producir efectos secundarios. Las vacunas, por ser fármacos que se administran a personas sanas en su mayoría, están obligados a demostrar su máxima seguridad en los estudios previos a su comercialización. Esta seguridad implica una exigencia de que estos efectos, la mayoría de ellos leves y pasajeros, se produzcan en menos del 10 % de las personas que las reciben. Los efectos adversos vacunales son efectos no deseados que ocurren como consecuencia de la vacunación.

Como comentábamos, la mayoría de los efectos adversos producidos por la vacunación son leves y transitorios y se limitan a dolor pasajero o tumefacción en el lugar de la punción, o febrícula o fiebre que suele durar 24-48 horas.

La causa de los efectos adversos puede ser debido a la propia vacuna o a componentes relacionados con la galénica de la misma: a los conservantes que se incluyen para mantenerla estable, a los antibióticos que se añaden en ocasiones para evitar su contaminación o a otras sustancias presentes en algunas vacunas.

Los efectos adversos más graves (reacciones anafilácticas o encefalopatía) son muy poco frecuentes (aproximadamente 1 caso de cada millón de vacunas puestas) y, como se explicó previamente, mucho menos frecuentes que los producidos por la propia enfermedad de la que protegemos.

Los efectos adversos más habituales son:

  • Dolor, hinchazón y enrojecimiento en el lugar de la punción. Es una reacción relativamente frecuente y pasajera, que puede tratarse mediante la aplicación local de una compresa fría. Si el dolor es importante, puede utilizarse un analgésico como el paracetamol o el ibuprofeno
  • Aparición de un pequeño bulto duro en el lugar de la punción. Ocurre sobre todo tras la vacunación frente a la tosferina y la meningitis B. Pueden ser dolorosos si los apretamos con las manos. Desaparece espontáneamente al cabo de semanas o meses
  • Fiebre. Casi cualquier preparado vacunal puede producir fiebre después de su administración, pero ocurre con más frecuencia después de la vacunación con triple vírica (sarampión-rubeola-parotiditis), la vacuna frente al meningococo B y tras la vacunación con DTP (difteria-tétanos-tosferina) aunque la introducción de las vacunas acelulares frente a la tosferina (DTPa) ha hecho que esta reacción sea menos frecuente. En el caso de la vacunación triple vírica y de la varicela, la fiebre suele aparecer varios días después de la vacunación (5 a 15 días después). Si aparece fiebre tras la vacunación, puede administrarse al niño un antitérmico (paracetamol, preferible, o ibuprofeno) y consultar con su pediatra en caso de que la fiebre se mantenga más de 24-48 horas o aparecen otros síntomas que resulten alarmantes o preocupen