vacuna RABIA
Agosto 2024
[Artículo compartido con la web EnFamilia de la Asociación Española de Pediatría]
¿Qué es la rabia?
La rabia es una enfermedad infecciosa que es mortal, pero prevenible que afecta al cerebro y la médula espinal (encefalomielitis) y que es producida por el virus de la rabia.
Es una zoonosis (enfermedad propia de los animales que en ocasiones se transmite a personas) de extensión mundial, aunque los reservorios naturales son los carnívoros y varias especies de murciélagos, en casi todas las infecciones humanas el perro es la fuente.
La infección humana aparece tras una mordedura y tras arañazos que atraviesen la piel o al entrar la saliva del animal en contacto con la mucosa o con heridas abiertas. Los otros tipos de contacto, como acariciar a un animal rabioso o tener contacto con su sangre, orina o heces, no se asocian a un riesgo de infección y no se consideran exposiciones que deban causar la preocupación de transmisión de la rabia. La exposición a una persona infectada, sea por mordedura u otro tipo de exposición, podría teóricamente transmitir la rabia, pero no se ha documentado ningún caso semejante. El contacto casual, como tocar a una persona con rabia o el contacto con líquidos o tejidos no infecciosos (orina, sangre, heces), no se asocia al riesgo de infección. El contacto con una persona que esté recibiendo la vacunación contra la rabia no constituye una exposición, no representa un riesgo de infección y no requiere profilaxis posexposición.
El periodo de incubación varía de 3 a 12 semanas, aunque a veces es más prolongado. Los primeros síntomas de la rabia pueden ser muy similares a los de la gripe, como debilidad o malestar general, fiebre o dolor de cabeza. La rabia también puede provocar malestar o la sensación de punzadas o picazón en el sitio de la mordedura. Estos síntomas pueden durar varios días. Luego, los síntomas progresan a disfunción cerebral, ansiedad, confusión y agitación. A medida que avanza la enfermedad, la persona puede presentar delirios, comportamiento anormal, alucinaciones, hidrofobia (temor al agua) e insomnio. El periodo agudo de la enfermedad termina normalmente después de 2 a 10 días. Una vez que comienzan los síntomas, la enfermedad conduce a la muerte en la mayoría de los casos, y, por lo general, el tratamiento es de apoyo.
Los viajeros a zonas de riesgo de rabia, especialmente si son niños, deben poner atención para evitar las mordeduras de animales (perros, monos) y no coger murciélagos si se adentra en alguna cueva.
España permanece libre de rabia en mamíferos terrestres desde 1978, excepto en las ciudades autónomas del continente africano, Ceuta y Melilla en que aparecen casos esporádicos. Sin embargo, es una enfermedad de distribución mundial y un importante problema de Salud Pública en Bangladesh, Bolivia, China, Ecuador, Etiopía, Méjico, India, Filipinas y Tailandia.
¿Cómo prevenir la rabia?
Las vacunas son efectivas tanto en preexposición (antes de contactar con el virus) como en posexposición (después del contacto). También es importante el lavado precoz y prolongado de las heridas sospechosas con abundante agua y jabón.
¿Con qué vacunas contamos?
Se dispone, en España, de dos vacunas antirrábicas: Vacuna Antirrábica Merieux y Rabipur, ambas de uso hospitalario, aunque la disponibilidad de la primera es limitada. Las dos contienen virus inactivados o muertos, por lo que no pueden trasmitir la enfermedad al vacunado.
¿Quién debe vacunarse?
En nuestro país, la vacunación infantil se propone en pocas ocasiones y casi exclusivamente a niños y adolescentes que vayan a viajar a países con deficientes sistemas de control higiénico y veterinario, donde circula el virus.
La vacunación preexposición se completa en una semana y con diferente número de dosis, según la vía elegida.
La vacunación posexposición (PEP es el acrónimo en inglés), que puede seguir diferentes pautas en cuanto a número de dosis e intervalos, ha de ir acompañada de un adecuado tratamiento de la herida y de la aplicación de la inmunoglobulina antirrábica en ciertos casos. Si se recibe esta inmunoglobulina, se administrará en lugar diferente al de la vacuna; y no se deberán administrar luego vacunas vivas inyectables (triple vírica y varicela) hasta pasados 4 meses.
¿Cómo se administran las vacunas?
Las dos vacunas son inyectables y se pueden administrar tanto por vía intramuscular como intradérmica.
Se pueden administrar simultáneamente, aunque en lugares distintos, con otras vacunas, y será especialmente habitual con la antitetánica. Además, en caso necesario se pueden intercambiar los dos preparados para completar la pauta.
¿Cuáles son las reacciones adversas de la vacunación?
Las reacciones más comunes son dolor e induración en el punto de inoculación y cefaleas, exantemas, mialgias y artralgias.
¿Cuáles son las precauciones y contraindicaciones de la vacunación?
Ya que la rabia es mortal, en la profilaxis posexposición y tras una exposición de alto riesgo no existe ninguna contraindicación para la vacuna, lo que incluye a niños menores de 1 año, embarazadas e inmunodeprimidos.
En profilaxis preexposición son contraindicaciones las reacciones previas alérgicas graves al principio activo o a cualquiera de sus componentes. La vacuna Rabipur está contraindicada si hay alergia grave a las proteínas de huevo. En embarazadas y menores de un año se demorará la profilaxis preexposición, salvo gran riesgo de exposición.
¿La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja vacunar de la rabia?
Se recomienda la vacunación a aquellos individuos que estén en elevado riesgo potencial de contacto con animales rabiosos o con el virus de la rabia, como personal de laboratorio que trabaje con virus rábico, personal laboral que maneje animales domésticos o salvajes sospechosos de rabia y personal que manipule quirópteros.
Respecto a los viajeros a áreas de alto riesgo de rabia, especialmente en niños, se recomienda la profilaxis preexposición en estancias superiores al mes, a menos que tengan acceso rápido a servicios médicos de garantía, y para los que vayan a estar menos de un mes, pero estén expuestos a la rabia por su actividad o tengan acceso limitado a dichos servicios. En los menores de un año, y dadas sus limitaciones de movilidad y, por tanto, su menor riesgo, se valorará cuidadosamente antes de indicar la vacunación profiláctica.
La AEP recomienda seguir las indicaciones preventivas dictadas por las autoridades sanitarias, respecto a las vacunaciones en caso de viajes internacionales (Web del Ministerio de Sanidad).