Parotiditis en vacunado con triple vírica
Buenas tardes, Se trata de un lactante de 18 meses que ha presentado un cuadro clínico de parotiditis bilateral con febrícula autolimitado en 2-3 días. Había recibido la primera dosis de vacuna TV 2 meses y medio antes. No se pudo realizar detección PCR en saliva y se solicitó analítica a la semana. La serología muestra positividad de IgM e IgG, y nuestra duda es la interpretación de esta serología: si asumimos que la IgM es por infección reciente dada la presencia de clínica, ¿cómo interpretamos la IgG?, ¿sería postvacunal? En este caso, si ha habido respuesta serológica a la vacuna, no estaríamos ante un fallo vacunal, ¿no? Nos planteamos si podría ser una parotiditis postvacunal (aunque nos parece demasiado tiempo desde la vacuna TV), ya que no ha habido otros casos intrafamiliares, es un niño que no acude a guardería y según refieren han cumplido correctamente el confinamiento (la clínica apareció cuando ya había pasado 1 mes de confinamiento). ¿Cuál es su opinión? En todo caso, ¿se deberían vacunar todos los convivientes en los que no haya constancia de haber recibido 2 dosis de vacuna TV? Muchas gracias
La interpretación de la serología en personas vacunadas previamente puede ser difícil y no ser de utilidad. Por eso para hacer el diagnóstico de caso confirmado se necesita la determinación de PCR, mientras que con la serología solo podríamos hacer el diagnóstico de caso posible.
Los resultados de IgM pueden tener tanto falsos negativos como falsos positivos, y dependen tanto del tiempo en que se recoge la muestra desde que se iniciaron los síntomas como del método de laboratorio utilizado. Respecto a la IgG en personas vacunadas, puede estar bastante elevada en la muestra inicial de sangre en fase aguda, ya que los anticuerpos existentes aumentarán de forma rápida después de la exposición e infección, lo que con frecuencia impide la detección de un aumento de 4 veces en el título de IgG en la muestra de suero convaleciente a las 2 semanas. Además, tanto en las personas no vacunadas como en las vacunadas previamente, pueden producirse resultados serológicos falsos positivos por otras causas infecciosas de parotiditis.
Dado que no se conocen los títulos de anticuerpos neutralizantes que se correlacionan con la protección, es difícil establecer si un incremento de IgG en una persona vacunada con síntomas compatibles con parotiditis se debe a la infección por el virus salvaje, lo que correspondería a un fallo vacunal, o por el contrario se trata de un booster en el título de IgG por exposición reciente al virus. La única manera de diferenciar entre virus salvaje y virus postvacunación sería la tipificación molecular.
Todas las vacunas frente a la parotiditis, a excepción de la fabricada con la cepa Rubini, muestran tasas de seroconversión cercanas al 95 % a corto plazo tras la primera dosis. Sin embargo, en estudios de campo, se han demostrado eficacias inferiores, de alrededor del 80 %, con los esquemas de una sola dosis.
Actualmente se recomiendan esquemas de dos dosis para mantener niveles de protección adecuados a largo plazo. Aunque descritos, los casos notificados de parotiditis como reacción adversa a la vacuna son extremadamente raros.
La vacuna triple vírica sirve como profilaxis postexposición de sarampión o rubeola, pero no de parotiditis. Dicho esto, se debe revisar el calendario vacunal de los convivientes e iniciar o completar la pauta de vacunación con triple vírica si no hay constancia mediante registro de vacunación, no están vacunados o sólo llevan una dosis de vacuna.
Un saludo.