Familia antivacunas, ¿cómo abordarlo?
Buenos días: Una familia se muestra reacia a vacunar a su lactante de 2 meses con hexavalente, y solicitan puedan ponerse algunas vacunas (no todas) por separado. ¿Qué podría ofrecerse? También solicitan ver el prospecto de cada vacuna. Gracias, saludos.
Se trata de una situación que, por desgracia, podremos vivir de forma cada vez más frecuente. Lo ideal es hablar de vacunas en las primeras visitas como recién nacido para prevenir la desconfianza y evitar el retraso de la vacunación.
Nos pone a prueba como profesionales y debemos intentar proporcionar de la mejor forma posible una adecuada información sobre la que se base firmemente nuestra recomendación.
Le sugerimos que los cite para una consulta larga, donde les invitará a exponer las razones de su desconfianza y usted podrá rebatir cada uno de los argumentos con empatía (ayuda que diga el nombre del niño y utilice frases como "comprendo que tengan dudas"), cordialidad (sonría con frecuencia y míreles a los ojos), baja reactividad (deje que se expresen, mientras usted valora su sus preocupaciones, nivel educacional, diferencia de opiniones entre los padres, para elaborar sus argumentos), tranquilidad (sin interrupciones) y asertividad (sea segura en sus afirmaciones, sin esconder las cuestiones que no se conocen o los efectos adversos raros como la anafilaxia). Si aún así no consigue convencerlos, puede proporcionarles enlaces de información fiable (como nuestra web, por ejemplo).
Si aún así deciden una vacunación "a la carta", nuestra recomendación es que acceda, teniendo en cuenta que no podrán usar preparados sin hepatitis B o sin tosferina, lo cual suele ser una demanda frecuente. En ocasiones, cuando acceden a administrar algunas vacunas, terminan dejándose convencer para recibir el resto.
En sucesivas visitas no evite el tema y hágales saber que cada día que pase, es un día en el que su hijo no está protegido. Haga un símil con la alimentación o el vestido que lo abriga (la vacunación también es un bien del que el niño debe beneficiarse). En algunas ocasiones, no conseguimos convencerlos, pero no cese en su empeño, hay casos en los que terminan cediendo.
Algunos pediatras deciden dejar de ver a estos niños o sugerirles que se cambien de cupo, algo que, a nuestro entender, desprotege aún más al niño: por una parte, sus padres lo desprotegen al no vacunarlo y por otra, su pediatra pone impedimentos para atenderlo, lo cual les hace acudir menos al centro de salud.
Ánimo.
Un saludo,
Comité Asesor de Vacunas de la AEP