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Encefalomielitis aguda diseminada y vacunas

Fecha: 
15 octubre 2020
Leído 1658 veces
Pregunta

Niña de 12 años en la actualidad. A los 4 meses de vida tuvo un cuadro de encefalomielitis aguda diseminada que se relacionó con la vacunación de los 4 meses. Presentó hemiparesia de hemicuerpo derecho e irritabilidad 3 días después de la vacunación de los 4 meses. Se realizó RM en la que se evidenció hallazgos compatibles con encefalitis aguda diseminada con afectación de ganglios de la base y tálamo izquierdos y, en menor medida, de tálamo derecho. Se trató inicialmente con aciclovir hasta resultado de virus neurotropos en LCR que fueron negativos. Y tras el hallazgo en la RM se trató con pauta de corticoides La evolución del cuadro con la rehabilitación ha sido bastante favorable. En 2013 presentó una herida complicada y se os comentó la posibilidad de vacunación frente a tétanos pero indicasteis gammaglobulina dado que el toxoide tetánico también podría tener riesgo. Ahora la niña tiene 12 años y no ha recibido ninguna vacuna. Revisando las contraindicaciones sólo veo aquellas que lleven componente de tosferina, no el resto. ¿Hay nuevas evidencias al respecto? Es que me gustaría vacunarla del resto de las vacunas. Gracias

Respuesta

Aunque el intervalo de tiempo transcurrido entre la vacunación y el inicio de los síntomas (3 días) es muy corto y probablemente insuficiente para construir una respuesta inmunológica responsable de una EMAD tras recibir la vacuna, muchos de los estudios publicados consideran como altamente posible que la encefalopatía permanente sea secundaria a la vacunación recibida y, concretamente, de la vacuna frente a la tosferina.

Ante esta sospecha, solo deben contraindicarse  vacunas con un componente antipertusis. Entre las restantes vacunas, prácticamente sólo a la del sarampión podría suponérsele un riesgo. Pero, aparte de su imposible rol en este caso, los estudios americanos evidencian una posible responsabilidad menor de un caso por 1 millón de dosis recibidas, inferior a la incidencia atribuída al conjunto de causas posibles y muchísimo menor que la condicionada por la enfermedad natural.

En resumen, nuestra recomendación es que, tras explicar a la familia y estando de acuerdo con ellos, convendría que la niña actualizase su calendario de vacunaciones sin enfrentarse a especiales riesgos.

Puede serle de utilidad revisar este artículo de Clinical Infectious Diseases (2016), otro Clinical Infectious Diseases (2020), uno en Vaccine (2018) y otro Vaccine (2019), este en BMJ (2018).

Un saludo,

Comité Asesor de Vacunas de la AEP