Recomendación de uso de la vacuna Bexsero

Las perspectivas del Ministerio y de los profesionales tienen, cada una, pese a los relevantes aspectos compartidos, sus particularidades:

• El Ministerio debe abordar aspectos relacionados con el coste de la vacunación universal y la eficiencia de dicha medida en el contexto de los recursos disponibles y las prioridades que determine, además de los beneficios esperados de la vacunación a nivel poblacional. En función del análisis, muy complejo desde luego, de estas cuestiones determina si procede o no, en cada momento, la inclusión de una vacuna en el calendario sistemático infantil.
• Los profesionales deben aplicar las recomendaciones de las autoridades sanitarias y usar los recursos públicos como estas determinen. Pero, en el caso de las vacunas, u otros productos, no financiados por el SNS, pueden y deben hacer algo más, y es informar a las familias, para que estas decidan responsablemente.

Así que, creemos que nuestra intervención debe ir dirigida a informar, de la enfermedad y la vacuna, con rigor y objetividad, con el detalle necesario y de forma entendible, con los pros y contras de la vacunación. De esta forma, las propias familias deciden lo que creen mejor para sus hijos y cómo usar sus propios recursos.

Si los padres deciden utilizar el recurso preventivo de la vacuna, nuestro papel sigue con la prescripción reglamentaria, los consejos sobre conservación de la vacuna y su administración en un centro sanitario conforme a las mejores prácticas vacunales. Y acabar con el registro de la vacunación y el consejo sobre los cuidados posteriores a la vacunación (entre los que se incluye la farmacovigilancia).

Informar del nivel de riesgo de una enfermedad grave pero de escasa incidencia actual en nuestro medio, y de una vacuna novedosa (y por lo tanto sobre la que aún están abiertas incertidumbres que se resolverán con la experiencia) pero, a día de hoy suficientemente segura, requiere de rigor y equilibrio (informar sin alarmar ni despertar expectativas excesivas), que son habilidades que frecuentemente precisa desplegar el pediatra con las familias.

Este comité estima que la vacunación frente al meningococo B actual es una opción de prevención, la primera y única para este microorganismo, de valor en el momento actual. Esta es la principal baza, es nuestra primera y, por el momento, única forma de evitar (o reducir) esta enfermedad.

Esperamos haber aclarado sus dudas, que en buena medida son también nuestras dudas, y sobre las que nos mantenemos alerta y abiertos a lo que nos vayan mostrando los resultados y evidencias de los estudios en marcha. Esta conclusión es también compartida por el Ministerio, que como reconoce en los documentos recientemente publicados, la medida de no inclusión en los calendarios vacunales se revisará cuando sea oportuno en base a los resultados de los estudios en marcha. Por el momento, la colaboración entre las autoridades y los profesionales es un paso alentador.

Un saludo,

Comité Asesor de Vacunas de la AEP.