vacunaciones en el niño VIH+ necesidad de serologia para valorar eficacia vacunal

Estimado compañero:
El hecho de que un niño esté infectado con el VIH no presupone que esté enfermo y en consecuencia inmunodeprimido, por lo que la respuesta a las vacunaciones puede ser adecuada.
Si el niño tiene SIDA y por lo tanto una inmunodepresión, la respuesta en general será deficiente y en esta situación desde un punto de vista teórico se puede considerara la dosificación de anticuerpos con vistas a administrar dosis adicionales de vacunas (ver más adelante).
Se considera que un niño infectado con VIH y que tenga una cifra de linfocitos CD4 menor de 15% no debe ser vacunado con triple vírica, si la cifra es mayor se debe vacunar y será necesaria una segunda dosis en el curso de un mes. Lo mismo sucede para la vacuna de varicela, para la que hay autores que exigen un 25% de CD4 para administrarla y hacerlo con dos dosis independientemente de la edad del niño.
Hay que tener en cuenta que desde el uso del tratamiento TARGA (Terapia antiretroviral de gran actividad) en los niños con SIDA, no se usan las Inmunoglobulinas endovenosas como se hacía antes; En niños mayores se les ha podido vacunar con vacunas de microorganismos vivos sin guardar los plazos debidos tras la administración de inmunoglobulinas por lo que puede haber hecho una hipo-respuesta de anticuerpos.
A pesar de estas consideraciones sobre la mala respuesta a ciertas vacunas la incidencia de enfermedades infecciosas prevenibles por vacunas en este colectivo es ínfima sin constatarse fallos vacunales, es muy probable que la inmunidad de su entorno frente a estas enfermedades les prevenga.
Concretando: no es necsaria una valoración de anticuerpso de forma general para todas las vacunas y solo se recomienda para la hepatitis B. Puede ser útil en situaciones de riesgo (contacto) antes de administrar dosis adicionales de una vacuna de microrganismos atenuados, aunque en estos casos está indicada la profilaxis pasiva
un cordial saludo