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Navarra muestra la mayor tasa de incidencia de sarampión de España

04 abril 2018
Fuente: 
ECDC.

Tasas de incidencia de sarampión en Europa, a nivel subnacional. ECDC, marzo de 2018.

El sarampión en España ha mostrado un significativo incremento en 2017: 160 casos (más de 3 veces los casos del año previo). En Europa, el año 2017 fue malo sobre todo por la incidencia del sarampión en países como Rumanía, Italia, Grecia, Alemania y Francia, que sumaron el 95 % de todos los casos de la región controlada por el ECDC. Actualmente, además de Rumanía e Italia, Francia y Portugal mantienen brotes importantes activos.

Ahora, un informe del ECDC sobre el sarampión en Europa indaga sobre la incidencia de la infección a nivel subnacional, y destaca los siguientes aspectos:

  • La incidencia de la enfermedad es desigual dentro del territorio de cada uno de los países europeos.
  • La incidencia es creciente en adultos jóvenes que desconocen su estatus vacunal.
  • Los numerosos casos de sarampión en profesionales sanitarios es motivo de gran preocupación.

Sarampión en las comunidades autónomas españolas

Según el informe del ECDC citado antes, la incidencia del sarampión es desigual en las distintas comunidades autónomas españolas.

Incidencia del sarampión en las comunidades autónomas, según el ECDC, marzo de 2018 (casos/millón de habitantes)
Más de 20 10-9,99 1-9,99 0,01-0,99 0
Navarra -

Andalucía

Castilla y León

Cataluña

Com. Valenciana

Extremadura

La Rioja

Murcia

Castilla-La Mancha

Madrid

Aragón

Asturias

Baleares

Cantabria

Galicia

País Vasco

Canarias, Ceuta y Melilla: no constan.

El caso de Navarra

Según se puede comprobar en la figura y tabla adjuntas, en España la mayor tasa de incidencia corresponde a Navarra (>20 casos/millón de habitantes).

Según el Boletín de Salud Pública de Navarra (n.º 96, febrero de 2018), en 2017 se confirmaron 34 casos (52,9/millón) frente a 10 casos en 2012 y cero o un caso al año en 2013-2016. La mayoría de los casos se agruparon en un solo brote, en mayo y junio:

  • En 27 casos se hizo genotipado, lo cual permitió comprobar que el brote tuvo 3 orígenes. El más importante grupo (24 de los 27, con genotipo B3) correspondía al virus detectado por primera vez en Irlanda en 2016 y diseminado después en Rumanía e Italia.
  • Estaban bien vacunados  el 38,2 % (13 casos) y el 61,8 % de los casos habían recibido una o ninguna vacuna (6 y 15 pacientes, respectivamente).

Las coberturas vacunales correspondientes a 2016, según datos de Ministerio de Sanidad muestran que en Navarra es del 99,1 % para la primera dosis y del 92,8 % para la segunda dosis de la vacuna del sarampión.

Sarampión en poblaciones con cobertura vacunal elevada

Los datos epidemiológicos constatados en Europa muestran que la incidencia elevada y los brotes extensos de sarampión están relacionados con coberturas vacunales bajas (por debajo del umbral del 93-95 % establecido como óptimo). Numerosos estudios en todo el mundo muestran que la vacunación antisarampión es efectiva (95-99 % para la prevención de la infección y la interrupción de la transmisión), eficiente y segura (JAMA Pediatr. 2016;170(12):1209-15). En Japón, donde mantienen coberturas vacunales subóptimas, en el rango del 80-90 %, han comprobado que no se logra interrumpir la transmisión (estimación del número básico de reproducción R0 de 1,5 a 3) (Vaccine. 2017;35(25):3309-17).

No obstante, se han notificado casos y brotes de alcance y duración en general limitados en poblaciones con coberturas vacunales elevadas, y afectando, en proporciones variables, a individuos vacunados y no vacunados. Son los casos de Navarra en el verano de 2017, aquí citado, el del actual brote surgido en el entorno de un hospital de Oporto (Portugal), y otras agrupaciones de casos de menor entidad (población general Clin Infect Dis. 2014;58(9):1205-10 y trabajadores sanitarios J Infect Dis. 2016;214(12):1980-6, con incluso casos en individuos con inmunidad natural previa comprobada mediante serología; Suecia 2018). El análisis de estos casos y brotes tiene mucho interés, pues puede tener repercusiones en los programas de vacunación futuros.

Entre las posibles explicaciones a estos hallazgos se citan: 

  • La mayor susceptibilidad de los lactantes menores de 1 año de edad, fuera del rango de vacunación y con cada vez menos anticuerpos recibidos de forma pasiva de sus madres en la gestación (BMJ. 2010:340:c1626).
  • La acumulación de individuos susceptibles en una franja de edad determinada: los nacidos en los años inmediatamente anteriores y posteriores al inicio de la vacunación (en España en 1981 con la triple vírica a los 15 meses de edad) que no se beneficiaron de la vacunación ya que pasaron varios años hasta alcanzar coberturas buenas, y que tuvieron menos oportunidades de contacto con el virus salvaje por la rápida disminución de los casos en la comunidad. Son personas que en general desconocen su estatus inmunitario o vacunal.
  • La presencia y agrupamiento de individuos no vacunados por decisión propia (o de sus padres) (Pediatrics. 2010;125(4):747-55JAMA. 2016;315(11):1149-58 y Euro·Surveill. 2013;18(36):pii=20580).
  • Notificar tasas de cobertura vacunal global en rango óptimo (>93-95 %) no excluye que en determinadas zonas las coberturas a nivel local sean menores, lo que propicia la aparición de casos y brotes de alcance limitado. Reducciones relativamente pequeñas de la cobertura vacunal incluso a nivel local están relacionadas con la emergencia de casos (JAMA Pediatr. 2017;171(9):887-92).
  • Los fallos vacunales primarios (estimados en un 5 % tras la primera dosis OMS, 2017) y los fallos vacunales secundarios (J Prim Health Care. 2013;5(2):92). En un estudio realizado en Corea (Vaccine. 2017;35(33):4126-32), con una cobertura vacunal >95 %, han comprobado una seroprevalencia global del 71,5 %, en menores de 1 año de edad 13,3 %, en niños de 1-12 años 91,3-93 %, y una reducción hasta el 48,5-69,6 % en los de 13-20 años, lo cual aconseja hacer una serovigilancia continuada para valorar intervenciones con vacunación suplementaria en determinados grupos de edad (13-20 años según este estudio y otros periodos más amplios, 20-49 años, según Vaccine. 2017;35(25):3309-17). La OMS recuerda que si bien los fallos vacunales secundarios pueden ocasionar casos esporádicos, no tienen impacto sobre la transmisión en la comunidad (OMS, 2017).

El peso relativo de las razones expuestas puede ser distinto en cada brote concreto.

Para el debate a medio plazo quedan las estrategias para afrontar los nuevos retos planteados por el sarampión (además de lo principal: reforzar y extender a todos los niños del mundo los programas de vacunación con 2 dosis en la primera infancia):

  • Adelantar la primera dosis a los 9-10 meses.
  • Búsqueda activa y vacunación de rescate en adultos jóvenes susceptibles.
  • Vacunación suplementaria con una tercera dosis en determinados grupos de edad. Un estudio realizado en Nueva Zelanda (Vaccine. 2017;35(37):4913-22) ha encontrado que la transmisión del sarampión es posible aun con cobertura vacunal elevada (R0 >1; entre 0,18 y 3,92) y que la vacunación suplementaria en grupos de población concretos es coste-efectiva.

La monitorización de la seroprevalencia y la vigilancia epidemiológica reforzada (el sarampión es difícil de reconocer en adolescentes y adultos jóvenes BMJ. 2017;356:j426) para ajustar las distintas intervenciones a la realidad, completan el panel de acciones a contemplar en los próximos años. 

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