La erradicación de la viruela: un modelo de cooperación global

23 julio 2023

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Elaboración propia a partir de varias fuentes

Contenido
● Introducción ● La erradicación de la viruela: objetivo común de rivales políticos [ver] ● La erradicación de la viruela: una meta audaz [ver] ● Erradicación de la viruela y las políticas de la guerra fría [ver] ● Papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) [ver] ● Más información en esta web, referencias bibliográficas y enlaces recomendados [ver]

En pocas palabras
● Una publicación reciente reconoce que la erradicación de la viruela fue el resultado de un modelo de cooperación internacional. ● Estados Unidos y, la entonces llamada, Unión Soviética lograron mantener sus esfuerzos contra la viruela alineados, en las décadas de 1960 y 1970, pese a su elevado nivel de rivalidad en el contexto geopolítico global de la época. ● La OMS fue componente esencial para la erradicación de la viruela al facilitar la contribución de unos 40 países, entre los que destacaron, además de Estados Unidos y la Unión Soviética, Canadá, Reino Unido y Países Bajos. ● La contribución de la OMS también fue crucial para permitir que los expertos en salud pública se mantuvieran centrados en los principales aspectos humanitarios y técnicos de la erradicación. ● El éxito del modelo de cooperación culminó con la certificación de la erradicación de la viruela en diciembre de 1979 y la declaración formal de la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 1980. ● Tiene interés en recordar las claves del exitoso proceso de erradicación de la viruela, pues las lecciones aprendidas pueden ser necesarias para abordar posibles nuevas crisis sanitarias globales.

En pocas palabras

● Una publicación reciente reconoce que la erradicación de la viruela fue el resultado de un modelo de cooperación internacional.
● Estados Unidos y, la entonces llamada, Unión Soviética lograron mantener sus esfuerzos contra la viruela alineados, en las décadas de 1960 y 1970, pese a su elevado nivel de rivalidad en el contexto geopolítico global de la época.
● La OMS fue componente esencial para la erradicación de la viruela al facilitar la contribución de unos 40 países, entre los que destacaron, además de Estados Unidos y la Unión Soviética, Canadá, Reino Unido y Países Bajos.
● La contribución de la OMS también fue crucial para permitir que los expertos en salud pública se mantuvieran centrados en los principales aspectos humanitarios y técnicos de la erradicación.
● El éxito del modelo de cooperación culminó con la certificación de la erradicación de la viruela en diciembre de 1979 y la declaración formal de la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 1980.
● Tiene interés en recordar las claves del exitoso proceso de erradicación de la viruela, pues las lecciones aprendidas pueden ser necesarias para abordar posibles nuevas crisis sanitarias globales.

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Introducción

En el pasado mes de mayo, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, Center for Strategic & International Studies, Washington DC, EE. UU.) publicó un artículo de revisión sobre uno de los mayores logros en salud: la erradicación de la viruela:

Bristol N. Smallpox Eradication: A Model for Global Cooperation. Center for Strategic & International Studies, 17 de mayo de 2023. Tambien en formato PDF, con 43 referencias (9 páginas).

En este texto se presenta una reseña de esta publicación, por el interés de que las lecciones aprendidas de la erradicación de la viruela pueden ayudar en el abordaje de nuevas crisis sanitarias.

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La erradicación de la viruela: objetivo común de rivales políticos

El CSIS es una organización de investigación política, que se declara sin ánimo de lucro, dedicada a promover el desarrollo de ideas y planes para abordar los mayores desafíos del mundo. Recientemente ha iniciado un proyecto conjunto con Brookings Institution, bajo la denominación de Advancing Collaboration in an Era of Strategic Competition.

Esta iniciativa examina estudios históricos que constituyen ejemplos de cooperación entre rivales geoestratégicos. En primer término ha analizado el desarrollo de los esfuerzos conjuntos realizados por Estados Unidos y la, entonces llamada, Unión Soviética con el objetivo de la erradicación de la viruela en las décadas de 1960 y 1970 (Fenner F, WHO 1988).

La erradicación de la viruela era un objetivo común de ambos países, interesados en eliminar los casos de viruela importados. Incluso durante la Guerra Fría, las dos potencias encontraron formas para avanzar conjuntamente en el esfuerzo de erradicación gracias a tres factores críticos: 1) el papel facilitador de la OMS; 2) el hecho de que la erradicación de la viruela se alineaba con los intereses particulares de cada una de ambas superpotencias; y 3) la capacidad de los expertos y profesionales de la salud para trabajar con relativa independencia de las fuerzas políticas.

Este objetivo permitió también a Estados Unidos incluir la cooperación como compensación a los daños derivados de guerra de Vietnam y a la Unión Soviética exhibir sus éxitos en el control de enfermedades. Además, el programa facilitó la competencia de ambos para intentar mantener su influencia en los países en desarrollo a la vez que continuaban blandiendo su fe en la medicina y la ciencia como motor de desarrollo social y progreso económico. Aun así, sin la fuerza vinculante de la OMS estos esfuerzos no podrían haber alcanzado su objetivo.

Aunque el mundo es ahora muy diferente de lo que era en la década de los 70 del pasado siglo, la historia de la erradicación de la viruela proporciona un ejemplo práctico y estimulante de cómo en un mundo muy competitivo los poderes pueden encontrar una base común para afrontar determinados retos (Tarantola D, Vaccine 2011). A medida que el mundo está cada vez más interconectado y, a la vez, se enfrenta a nuevas amenazas globales, incluido el cambio climático y las pandemias, la supervivencia humana depende del compromiso universal que permita tender puentes entre rivalidades geopolíticas y proporcionar estructuras operativas para una acción eficaz.

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La erradicación de la viruela: una meta audaz

La campaña contra la viruela es, hasta la fecha, el único ejemplo de erradicación de una enfermedad infecciosa humana que ha terminado con éxito. Continúan como candidatas a la erradicación otras enfermedades como la poliomielitis, filariasis, cisticercosis, sarampión y rubeola. Sin embargo, aunque la mayoría de las campañas realizadas contra estas enfermedades ha conseguido importantes reducciones de su incidencia, sólo la campaña de la viruela ha sido capaz de alcanzar su objetivo final (Tomori O, Vaccine 2011).

Los historiadores estiman que la viruela ya estaba activa en el siglo XIV y los primeros logros terapéuticos se registran en China hacia el año 1500. Sin embargo, su control no se empezó a fraguar hasta 1796, con el desarrollo de la primera vacuna por parte de Edward Jenner.

La primera iniciativa destinada a conseguir la erradicación de la enfermedad se planteó ante la OMS en 1953, pero no se aprobó hasta que la Unión Soviética presentó una resolución en 1958 basada en su experiencia en campañas masivas de vacunación y, para iniciar el programa, ofreció 25 millones de dosis de vacuna anuales para administrar en países endémicos.

Simultáneamente, los programas de vacunación ya habían conseguido la casi eliminación de la viruela en América del Norte y Europa, pero persistían casos en Sudamérica, Asia y África. La OMS inició estudios epidemiológicos, apoyó programas de vacunación y dio asistencia técnica, pero se destinaron muy pocos fondos al programa. En 1967, Estados Unidos encabezó el Programa Intensificado de Erradicación de la Viruela, con el apoyo de los CDC (Centre for Disease Control and Prevention) y reforzado con más de mil millones de dosis de la vacuna soviética.

El 9 de diciembre de 1979, la Comisión Mundial para la Certificación de la Erradicación de la Viruela, tras 2 años de trabajo después del último caso conocido, certificó la erradicación mundial de la viruela.

Aunque el programa de erradicación fue dirigido por Estados Unidos y la Unión Soviética, la OMS creó una plataforma global en la que participaron hasta 40 países con aportaciones económicas, personal técnico, voluntarios, etc. Cinco países, Estados Unidos, Unión Soviética, Canadá, Reino Unido y Países Bajos establecieron un procedimiento de elaboración y control para asegurar la disponibilidad de la vacuna en todo el mundo, e investigadores de muchos otros países contribuyeron igualmente a su implantación y desarrollo.

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Erradicación de la viruela y las políticas de la guerra fría

La competitividad entre Estados Unidos y la Unión Soviética por influir en los diferentes países del mundo desempeñó un papel importante en los primeros años de la OMS y en el programa de erradicación de la viruela. A pesar de la retórica de la Guerra Fría, la colaboración establecida permitió a los expertos en salud pública centrarse en los principales aspectos humanitarios y técnicos de la erradicación. De hecho, con el apoyo de la OMS, la Unión Soviética y Estados Unidos fueron capaces de anteponer la consecución de un notable logro de salud pública por delante de sus propios intereses domésticos y geopolíticos.

Aunque había profundas discrepancias entre los dos principales impulsores del programa, ambas partes fueron capaces de gestionar en gran medida y con eficacia estas diferencias. Así, por ejemplo, cuando se descubrió que parte de las dosis de la vacuna soviética eran ineficaces, el responsable de la OMS trabajó con sus homólogos soviéticos para facilitar la resolución del problema. Igualmente, cuando la Unión Soviética expuso su deseo de que fueran contratados mayor número de funcionarios soviéticos para el programa, se estableció una revisión conjunta para encontrar los candidatos adecuados.

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Papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

La OMS fue componente esencial para la erradicación de la viruela, y sigue desempeñando un papel crítico en la salud global. La erradicación mundial de la enfermedad requirió la aceptación y participación de todos los países del mundo, un compromiso que solo podía lograrse a través de una organización de la ONU como la OMS. Con el apoyo de la OMS, Estados Unidos, la Unión Soviética y otros muchos países con sólidos sistemas nacionales de inmunización destinaron recursos, ayuda estratégica y técnica para eliminar la viruela. Otros países apoyaron mediante la intensificación de la investigación y los recursos de laboratorio, coordinados por la organización sanitaria internacional.

La erradicación de la viruela fue impulsada por el interés geopolítico de Estados Unidos y la Unión Soviética, y se produjo en un momento en que ambos países querían demostrar su desarrollo científico y médico, así como suavizar su imagen mediante la cooperación internacional. Pero alcanzar esos objetivos, especialmente durante la Guerra Fría, habría sido imposible sin el foro internacional y la unidad de coordinación que proporciona la OMS. La OMS proporcionó un marco institucional indispensable para concebir el control de enfermedades como un problema, para coordinar una campaña global y, no menos importante, para atribuirse un mérito que ninguna de las dos superpotencias hubiera querido ceder a la otra.