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Hace 40 años desde la erradicación de la viruela

14 mayo 2020
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes

Hace pocos días se ha conmemorado el 40.º aniversario de la declaración formal de la erradicación de la viruela, en la 33.ª Asamblea Mundial de la Salud el 8 de mayo de 1980. Es una efeméride que nunca debería olvidarse: la primera vez en la historia de la Humanidad que, mediante una decisión y un plan específico, una vacuna y el esfuerzo colectivo, se ha conseguido hacer desaparecer de la faz de la tierra una enfermedad infecciosa que había causado estragos desde hacía miles de años (Lancet Infect Dis. 2020;20(2):174).

La viruela ha sido desde la antigüedad una causa de enfermedad y muerte terrible. Se ha estimado que únicamente en el siglo XX, hasta su erradicación, causó la muerte de más de 300 millones de personas en el mundo.

Leyenda de la imagen adjunta: la momia del faraón egipcio Ramsés V, con más de 3000 años de antigüedad, muestra las señales de las lesiones cutáneas de la viruela en el rostro. 

El objetivo de este texto es el de conmemorar el logro de la erradicación de la viruela, mediante unas notas sobre los úlimos años de la enfermedad en la segunda mitad del pasado siglo XX.

Variolización y vacunación

  • El origen de la variolización se sitúa en China e India aproximadamente en el siglo XI. Inicialmente se practicaba mediante inhalación o depósito en la mucosa nasal de restos de pus o pústulas de enfermos, y después mediante inoculación en una herida o raspadura superficial en la piel. 
  • El mérito del origen de la vacuna se debe al médico inglés Edward Jenner (1749-1823), quien publicó en 1801 el resultado de sus experimentos (On the Origin of the Vaccine Inoculation) y expresó la esperanza de alcanzar la “aniquilación” de la enfermedad.
  • No se ha determinado cuándo, ya en el siglo XX, se pasó de usar restos del pus de la viruela de las vacas al virus vaccinia.

Apuntes históricos de los últimos años de la viruela

Recordando solo unos cuantos apuntes históricos de los últimos años de presencia de la enfermedad en el planeta:

  • En 1959, la OMS elaboró un plan para eliminar la viruela, aunque con poco éxito por la insuficiencia de los fondos y recursos movilizados.
  • En 1967, la OMS propuso un plan de intensificación de las acciones dirigidas contra la viruela. El éxito de estas acciones, esta vez sí, se debió a, entre otros factores, al desarrollo de una forma liofilizada de la vacuna con mayor termoestabilidad, el uso de una aguja bifurcada que facilitaba el procedimiento y reducía la cantidad de vacuna requerida, y una amplia red de laboratorios con capacidad para producir vacunas de calidad. En ese momento, la infección había sido ya eliminada en Europa y Norte y Centroamérica, aunque aún era endémica en más de 30 países y otros 12 más registraban casos importados,
  • En 1975, Rahima Banu, una niña de tres años de edad y nacida en Blangladés, fue la última persona conocida en padecer la forma grave de viruela en Asia, el continente más afectado en las últimas décadas de la enfermedad. La familia fue obligada a mantener a la niña confinada en su domicilio y un amplio equipo de rastreo comprobó todas las viviendas y personas en un radio de 5 millas, en busca de nuevos casos.
  • En octubre de 1977, el joven somalí Alí Maow Maalin padeció viruela (viruela minor), recuperándose después. Fue el último enfermo conocido de viruela en el mundo infectado de forma natural. Finalmente murió por paludismo en 2013, manteniéndose hasta entonces trabajando en los equipos de lucha contra la polio en su país.
  • En 1978, murió Janet Parker un mes después de infectarse de viruela de forma accidental en un hospital de Birmingham (Reino Unido). Fué el último fallecimiento conocido por viruela en el mundo. Su contagio nunca llegó a aclararse; trabajaba en el departamento de fotografía científica, una planta por encima del laboratorio donde se manejaba la vacuna de la viruela. Se cree que pudo contagiarse por la extensión del virus a través de las conduciones de aire del hospital o bien en alguna visita al laboratorio. Su madre, que se encargó de cuidarla, se contagió por ello a pesar de estar vacunada.
  • El 9 de diciembre de 1979, la Comisión Mundial para la Certificación de la Erradicación de la Viruela, tras 2 años de trabajo después del último caso conocido, acuerda la certificación de que el mundo se ha librado de la viruela.

 
El 9 de diciembre de 1979, el Comité Mundial de Verificación de los avances en la erradicación de la viruela, firma el certificado que acredita que el mundo está libre de la enfermedad. 

  • El 24 de abril de 1980, el director general de la OMS remite un informe a la 33.ª Asamblea Mundial de la OMS a celebrar en las semanas siguientes, dando cuenta del estado de la enfermedad y proponiendo aprobar el dictamen de la comisión de expertos.
  • El 8 de mayo de 1980, la 33.ª Asamblea Mundial de la OMS, declaró con gran entusiasmo (declaración formal en inglés, informe completo en español): “Teniendo en cuenta la marcha y los resultados del programa mundial de erradicación de la viruela iniciado por la OMS en 1958 e intensificado a partir de 1967:
    • Declara solemnemente que el mundo y todos sus habitantes han conseguido liberarse de la viruela, enfermedad sumamente devastadora que ha asolado en forma epidémica numerosos países desde los tiempos más remotos, dejando un rastro de muerte, ceguera y desfiguración, y que hace tan solo un decenio abundaba en África, Asia y América del Sur;
    • Expresa su profunda gratitud a todas las naciones y personas que han contribuido al éxito de esta noble e históriсa empresa;
    • Señala este hecho sin precedentes en la historia de la salud pública a la atención de todas las naciones que, gracias a su acción colectiva, han liberado a la humanidad de ese antiguo azote y han demostrado así, cómo el esfuerzo mancomunado de las naciones en favor de una causa común puede promover el progreso humano.”

Y, ¿ahora qué?

Tras la erradicación, quedan objetivos por cumplir: mantener el mundo libre de viruela y hacer preparativos para afrontar una eventual reeemergencia de la misma: desarrollo de antivirales efectivos y de una vacuna inactivada, así como de plataformas tecnológicas para su producción en condiciones de emergencia, a la vez que determinar el momento y la forma para la destrucción de las reservas del virus que se conservan en instalaciones de alta bioseguridad.

Ahora que el mundo sufre el ataque masivo de una nueva enfermedad infecciosa, la pandemia de COVID-19 por el SARS-CoV-2, y se empieza a temer por el futuro, resulta muy alentador recordar que la decisión, el compromiso (político, financiero, científico, social), el desarrollo tecnológico y científico, y la acción coordinada de todos puede librar a la humanidad de cualquier plaga.

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La aportación española en la lucha contra la viruela: Real expedición filantrópica de la vacuna (expedición Balmis).

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