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Día mundial de la tuberculosis

25 marzo 2021
Fuente: 
Junta de Castilla y León

El 24 de marzo de cada año se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis en recuerdo del día que, en 1882, Robert Koch anunció su descubrimiento del Mycobacterium tuberculosis como agente causante de la tuberculosis, abriendo con ello la oportunidad para su diagnóstico y tratamiento.

El Día Mundial de la tuberculosis en el portal de salud de la Junta de Castilla y León

En el portal de salud de la Junta de Castilla y León se dedica una página especial a la celebración del Día Mundial de la Tuberculosis, de la cual se presenta aquí un resumen.

Con esta celebración se pretende también promover un mayor conocimiento, motivación y esfuerzo hacia la eliminación de la enfermedad y, al mismo tiempo, concienciar sobre el hecho de que la tuberculosis sigue siendo un problema de Salud Pública.

La tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo. Cada día, cerca de 28.000 personas contraen esta enfermedad y casi 4000 (de ellos, unos 700 niños) mueren a causa de ella, una enfermedad prevenible y curable. Los esfuerzos mundiales para combatir la TB han salvado unos 63 millones de vidas desde el año 2000. 

El lema del Día Mundial de la Tuberculosis 2021, "El tiempo corre",  da a entender que al mundo se le está acabando el tiempo para actuar y poder cumplir con los compromisos adquiridos para acabar con la tuberculosis (TB). Esto es especialmente crítico en el contexto de la pandemia de covid que ha puesto en riesgo el objetivo de acabar con la TB.

En 2021, el Día Mundial de la Tuberculosis se centrará en las siguientes áreas clave:

  • Garantizar el acceso a los servicios esenciales de atención a la TB en el contexto de pandemia actual para que nadie se quede atrás.
  • Aumentar el cribado para ampliar el acceso oportuno a la prevención y el tratamiento.
  • Promover la equidad en la salud, asegurando el acceso a los servicios sanitarios y sociales a las personas afectadas.
  • Articular mecanismos de rendición de cuentas para garantizar que se cumplan los compromisos adquiridos para eliminar la TB para el 2030.

La Estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas comparten el objetivo común de poner fin a la epidemia mundial de TB. La estrategia de la OMS recoge como indicadores que para 2035 se reduzca la mortalidad en un 95 % y la incidencia en un 90 % respecto a 2015. En la estrategia se describen las medidas que deben adoptar todas las partes interesadas para posibilitar la atención centrada en el paciente, propiciar cambios audaces en las políticas y los sistemas sanitarios, y promover una intensificación de las investigaciones y las innovaciones para poner fin a la TB. Se reconoce asimismo que la lucha frente a la tuberculosis va más allá de las acciones en el sistema sanitario y que hay que considerar los determinantes sociales y económicos de la enfermedad.

Según la Región Europea de la OMS, para llevar a cabo el Plan de Acción contra la Tuberculosis, es necesario extender el diagnóstico rápido y garantizar un tratamiento eficiente y adecuado para todos. Con este fin, el uso racional de nuevas pruebas de diagnóstico, nuevos medicamentos y tratamientos más cortos se llevarán a cabo en un modelo de atención centrado en las personas. Junto con las herramientas existentes, son muy necesarios los enfoques innovadores y la investigación para nuevas herramientas, como una vacuna más eficiente, y el fortalecimiento del sistema de salud para abordar las inequidades.

El último informe de vigilancia y seguimiento de la tuberculosis para la Región de Europa de la OMS, realizado conjuntamente por la OMS / Europa y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, se ha publicado hace pocos días. Muestra que con la carga decreciente de TB, la Región de Europa (53 países) estaba en camino de cumplir con el hito de la Estrategia Fin de la Tuberculosis para 2020. Sin embargo, también revela un número importante de personas que todavía mueren de tuberculosis cada año, que uno de cada tres pacientes con tuberculosis tiene una forma de la enfermedad resistente a múltiples fármacos y que las tasas de éxito del tratamiento no son todo lo óptimas que se quisiera.

El tratamiento de la tuberculosis tiene dos objetivos principales, interrumpir la transmisión de la enfermedad actuando sobre las personas que están infectadas (para que no enfermen) y tratar a los enfermos para impedir que transmitan la enfermedad, curar su enfermedad y evitar que desarrollen complicaciones.

  • No hay que olvidar que el tratamiento correcto de la tuberculosis es la mejor medida de control de la enfermedad. Se considera que en los casos de tuberculosis pulmonar sensible a los fármacos, transcurridas dos semanas de tratamiento, los enfermos dejan de ser considerados potencialmente infecciosos.
  • Es imprescindible realizar el tratamiento completo, no abandonarlo, para evitar las recidivas de la enfermedad y la aparición de tuberculosis resistente a los medicamentos, mucho más difícil de tratar y que causa complicaciones con mayor frecuencia.

Cuando se diagnostica y se notifica un caso de tuberculosis se realiza un estudio de contactos en el entorno del enfermo, a través del cual se pueden descartar otros posibles casos de infección o enfermedad e iniciar, si es necesario, el tratamiento adecuado lo antes posible.

Es preciso recordar que la tuberculosis sigue siendo un importante problema de Salud Pública y que es fundamental realizar el estudio de contactos y no abandonar el tratamiento hasta que finalice.

Que la pandemia de covid no trunque los avances de los últimos años, necesita del compromiso político, social y científico en todo el mundo.

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Más información

Otras referencias

  • Editorial. How to stop COVID-19 fuelling a resurgence of AIDS, malaria and tuberculosis. A focus on the coronavirus has disrupted detection and treatment of other infectious diseases. Governments and funders can do four things to avert a catastrophe. Nature. 2021;584:169.
  • Editorial. The COVID pandemic must lead to tuberculosis vaccines. The coronavirus crisis has halted decades of progress on TB. But the speed of COVID vaccines shows there can still be hope for advances against neglected diseases. Nature. 2021;540:598.
  • Nkereuwem E, et al. The need to prioritise childhood tuberculosis case detection. Lancet. 2021, 22/mar. DOI:10.1016/S0140-6736(21)00672-3
  • Pai M, et al. Covid-19’s Devastating Effect on Tuberculosis Care — A Path to Recovery. N Engl J Med. 2022, 5/ene. DOI: 10.1056/NEJMp2118145.