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Recomendaciones del ECDC sobre la vacunación de la covid de adolescentes

03 junio 2021
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes

El pasado 1 de junio el ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control) ha publicado sus recomendaciones provisionales sobre la vacunación de los adolescentes frente a la covid:

A continuación se hace una breve reseña de este documento.

En el ámbito de la Unión Europea (UE) y los países del Espacio Económico Europeo (EEE; Islandia, Liechtenstein y Noruega) los objetivos propuestos en cuanto a la vacunación fueron:

  • En marzo de 2021 haber completado la vacunación de, al menos, el 80 % de los mayores de 80 años de edad y de los profesionales sociosanitarios.
  • En el verano de 2021 haber completado la vacunación de, al menos, el 70 % de la población adulta (con 18 o más años de edad).

En lo que se refiere a los mayores de 80 años, a fecha del 21 de mayo de 2021, se ha alcanzado, en el conjunto de la UE/EEE la administración de, al menos, una dosis al 80,6 % y la vacunación completa al 61,1 %.

Países que han comenzado la vacunación de los adolescentes

Con fecha del 6 de mayo de 2021:

  • Han iniciado la vacunación de los adolescentes de 12-17 años de edad: 12 países (Austria, Bélgica, Croacia, Chequia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Malta, Países Bajos, Portugal [sic], Rumania y Suecia. Varios de estos países han señalado como diana de la vacunación a los adolescentes con factores de riesgo de covid grave, y son variables también los grupos de edad abarcados inicialmente (16-17 años, 12-17 años). 
  • Por el contrario no lo han hecho otros 8 países (Alemania, España, Irlanda, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia y Portugal [sic]).

Después de la fecha indicada, otros países (por ej. Francia) han informado de que comenzarán en breve la vacunación de los adolescentes.

Epidemiología de la covid en adolescentes

Desde el mes de enero de 2021 en la mayoría de los países europeos ha crecido la incidencia de covid entre los adultos jóvenes y adolescentes, a la vez que se ha reducido la de las personas de 60 o más años de edad. La contribución del grupo de 10-19 años de edad se ha situado al nivel de los adultos jóvenes. Esto se considera efecto directo de la vacunación extensa de las personas de más edad.

Las tasas de hospitalización de los mayores de 60 años se han reducido notablemente, de tal forma que la del rango de 25-59 años ha llegado a ser predominante. Por el contrario, la hospitalización de los adolescentes sigue siendo un evento muy raro.

Datos no publicados del propio ECDC muestran que algunas patologías previas confieren un mayor riesgo de presentar formas graves de la enfermedad entre los adolescentes en caso de infectarse; serían estas: trastornos cardiacos, diabetes, VIH, hipertensión arterial, trastornos renales, pulmonares, hepáticos, neuromusculares y neurológicos. En algunos estudios, el cáncer, la obesidad y los trastornos gastrointestinales también han estado relacionados con mayor riesgo.

En diversos estudios se ha puesto de manifiesto un mayor riesgo global asociado a la edad (10-19 años) comparados con los menores de 10 años. Esta diferencia ha sido notable en el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MIS-C, en inglés). Recientemente se ha comunicado la presencia creciente de sintomatología persistente ("long COVID") después de varias semanas desde el diagnóstico, sobre todo también entre los mayores de 10 años de edad.

Respecto a la contribución de los niños y adolescentes a la transmisión de la infección se ha observado una contribución creciente según la edad, aunque con cierta disparidad entre distintos estudios. Numerosos estudios han encontrado que niños y adolescentes han sido identificados como casos índice con menor frecuencia que los adultos y que la razón podría ser la menor carga viral de las secreciones de las vías respiratorias superiores de los más pequeños. De la misma forma se ha comprobado en diversos brotes escolares una tasa de ataque menor que en los brotes simultáneos radicados fuera de los centros educativos, por lo que se estima que la trasmisión en estos centros es reflejo de la situación en la comunidad y no tanto causa de ella.

La creciente presencia de las nuevas variantes del SARS-CoV-2 en diversos países europeos se ha acompañado de una mayor participación de estas en los adultos jóvenes y adolescentes. Esto se ha relacionado con la vacunación de los más mayores y con la mayor frecuencia de interacciones sociales y menor seguimiento de las medidas de protección y distancia social entre adolescentes y adultos jóvenes.

Efectividad de la vacunación contra la transmisión de la infección

Hay una evidencia creciente sobre la efectividad de las tres primeras vacunas de la covid introducidas en Europa (Comirnaty, Moderna y Vaxzevria) en la reducción de la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2, aunque la información disponible es aún limitada globalmente y asociada a los grupos de adultos de mayor edad.

Se vigila con interés si la efectividad mostrada se ve afectada por la presencia creciente de variantes virales, aunque los datos disponibles indican que la eficacia vacunal se mantiene frente a la variante B.1.1.7 (alfa, según el nuevo sistema de denominación de variantes del SARS-CoV-2).

Objetivos potenciales de la vacunación de adolescentes

La vacunación ofrece protección individual en los propios vacunados y puede también proporcionar protección indirecta sobre los demás individuos por la vía de la reducción de la circulación del microorganismo en la comunidad. En el caso de la vacunación de los adolescentes, los objetivos serían:

  • Pese al menor impacto de la covid en niños y adolescentes en términos de hospitalización y enfermedad grave, sería un objetivo de la vacunación de los adolescentes la reducción de estas, así como de la creciente prevalencia de síntomas persistentes. Es posible, aunque no ha sido confirmado, que las nuevas variantes virales comporten una mayor incidencia de formas graves de la enfermedad en adolescentes.
  • Evitar y revertir el impacto de la pandemia en la salud mental de los adolescentes.
  • Permitir que se puedan mantener abiertos los centros educativos y con la máxima actividad presencial posible, pare evitar los impactos en salud pública y en los objetivos educativos, que se han mostrado como una fuente de pérdida de bienestar y salud con efectos duraderos. Mantener los centros educativos abiertos sería una prioridad de salud pública.
  • A medida de que la vacunación de los más mayores y los grupos de riesgo avanza, el objetivo principal de la vacunación, fijado hasta ahora precisamente en estos grupos más vulnerables, se desplazará al de la reducción de la transmisión comunitaria. En este contexto, la vacunación de los adolescentes gana sentido y efectividad.

Consideraciones prácticas

La puesta en práctica de la vacunación de los adolescentes necesitaría tener en cuenta algunas consideraciones específicas:

  • El diseño de la intervención podría seguir el esquema actual con los más mayores, el de un programa vacunal específico de aplicación universal, con recursos extraordinarios y en un periodo de tiempo limitado. Otra opción sería la de integrar la vacunación de los adolesecentes en las demás intervenciones y estructuras habituales, plan teando la vacunación de la covid como una intervensión oportunista en la que, además, se pueda cubrir otras brechas de vacunación pendientes en adolescentes. Se entiende que la cobertura vacunal alcanzada con este segundo diseño será menor que en el anterior.
  • La inmunogenicidad y seguridad de la coadministración con otras vacunas encierra todavía algunas incertidumbres, pero se cuenta ya con algunos datos significativos.
  • La necesidad de una política de comunicación de riesgos abierta, transparente y confiable es vital con cualquier intervención sobre adolescentes y niños.
  • Es posible que la vacunación tropiece en las dudas y reticencia de los padres y los propios adolescentes. Una forma de abordar estas barreras sería la participación directa en la vacunación de los adolescentes de las estructuras cercanas y familiares para ellos, como son los centros de atención primaria y los centros educativos.

Resumen y conclusiones

Son numerosas e importantes los espacios de incertidumbre en relación con la vacunación de los adolescentes. 

Las conclusiones del ECDC son:

  • La vacunación de adolescentes debe considerarse en el contexto más amplio de la estrategia de vacunación contra la covid de toda la población, incluidos sus objetivos generales, su puesta en práctica y sus prioridades.
  • La vacunación de los adolescentes con alto riesgo de covid grave debe considerarse una prioridad en cualquier caso, como en otros grupos de edad.
  • Los beneficios directos de vacunar a los adolescentes como grupo dependerán principalmente de la incidencia de la infección y de la prevalencia de afecciones subyacentes que aumentan el riesgo de infección grave en este grupo de edad. Se espera que los beneficios directos individuales en adolescentes sean limitados en comparación con los grupos de mayor edad.
  • El beneficio general para la población general de la vacunación de adolescentes será proporcional a la transmisión del SARS-CoV-2 dentro y desde este grupo de edad.
  • Dada la reducción de la relación riesgo-beneficio individual anticipada de la vacunación de adolescentes en comparación con los grupos de mayor edad, se debe considerar cuidadosamente la situación epidemiológica y la cobertura de la vacuna en los grupos de mayor edad antes de dirigirse a este grupo de edad.
  • Es importante continuar monitorizando la propagación de variantes virales entre las personas más jóvenes y continuar evaluando la carga real de enfermedad en los grupos de edad más jóvenes, incluso en relación con las secuelas de la covid.
  • Las cuestiones de equidad relacionadas con la disponibilidad y el acceso a la vacuna deben considerarse cuidadosamente al decidir sobre la expansión de la vacunación a grupos con menor riesgo individual de enfermedad grave.

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Más información

Otras referencias