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El sarampión en países ricos y pobres

15 mayo 2019
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes

Como se ha dicho ya, la escalada de casos de sarampión en el mundo en 2019 (promedio 300 %) no se reparte de forma homogénea: en el continente africano el incremento ha sido del 700 %, y en la Región Europea de la OMS, del 300 %, aunque, en este caso, la gran mayoría de casos corresponde a un solo país, Ucrania.

Niños no vacunados en países con nivel económico medio/alto

Del total de niños no vacunados, según UNICEF, el 28,3 % corresponden a 10 países con un nivel económico medio/alto, en los que se presupone que las vacunas se suministran de forma gratuita y no debiera haber problemas de acceso a la vacunación. Ordenados por la tasa de niños no vacunados por millón de habitantes, son: Argentina, Francia, Reino Unido, EE. UU., Canadá, Chile, Italia y Australia (seguidos a cierta distancia de Japón y Alemania); por el número de casos, destaca EE. UU.

De lo anterior se deduce que aproximadamente 2 de cada 3 niños no vacunados reside en países con menor nivel de desarrollo o directamente en los más desfavorecidos. 

Causas de la caída de las coberturas en los países desarrollados

Sin duda la caída de las coberturas vacunales están detrás de los brotes de sarampión que experimentan estos y otros países desarrollados, lo cual resulta frustrante pues la solución, la vacuna, es efectiva y segura (N Engl J Med. 2019 Apr 17). 

Pero ¿cuáles son las causas reales de la caída de las coberturas en los países desarrollados? La respuesta a esta pregunta no es sencilla ni única. Resulta fácil caer en la tentación de achacar el problema exclusivamente a la pérdida de confianza en las vacunaciones por la desinformación, el efecto de las redes sociales y de los movimientos antivacunas. Pero, siendo estas importantes, no son las únicas, y quizás en determinados lugares y momentos tampoco las principales

Debe indagarse la contribución de otras variables como: 

  • Las pautas de comportamiento social (el número de niños que reciben la primera dosis, pero no vuelven a por la segunda es creciente, ¿por desidia, escasa responsabilidad social, falta de información…?); 
  • Las condiciones y barreras de acceso a la vacunación de naturaleza estructural: poblaciones o bolsas de población aisladas geográfica, social y culturalmente; 
  • Las barreras relativas a la organización de los programas de vacunación (información, acceso a las citas, horarios de vacunación, etc.). 

Según este razonamiento, fiarlo todo a la contención y restricción de la difusión de información no rigurosa por las redes sociales -siendo ello sin duda importante-, y a la coacción resultante de medidas legales y reglamentos, es arriesgar demasiado. No es que estos aspectos y medidas no deban ser abordadas y puestas en marcha puntualmente (que pueden ser necesarias y oportunas en determinadas circunstancias), y no deben infravalorarse, sino que el análisis y las intervenciones no deben limitarse a estos aspectos.

Abordar con posibilidades de éxito la caída de las coberturas vacunales exige analizar las causas y diseñar un plan ajustado a las condiciones y necesidades reales y concretas de cada país o región.

El sarampión se ceba en los países con escasos recursos 

Recordando dos cifras mencionadas antes:

  • Dos de cada 3 niños no vacunados frente al sarampión reside en países con recursos limitados o pobres.
  • Mientras que el incremento global de casos de sarampión en los primeros meses de 2019 ha sido del 300·%, en África este aumento ha sido del 700 %.

A nivel de país, Madagascar, Ucrania y Filipinas (el número de casos de este último país no está correctamente reflejado en la figura adjunta) acumulan la gran mayoría de casos de sarampión, y comparten, también, los hechos de contar con limitados recursos y adolecer de conflictos sociales y violencia. En Madagascar, directamente la pobreza; en Filipinas, también la pérdida de confianza de la población en las vacunas como consecuencia del desastre de la vacuna del dengue; y en Ucrania, la conjunción de la crisis de confianza de los profesionales y el colapso social relacionado con el conflicto armado con Rusia.

El caso de Venezuela también es muy ilustrativo, ya que el brote de sarampión se mantiene activo desde 2017, y pesa en ello la situación de crisis política y social prolongada que padece este país.

Causas de las coberturas vacunales bajas en los países menos desarrollados

Las coberturas vacunales bajas están detrás de la elevada incidencia del sarampión, mientras que la elevada mortalidad de la enfermedad en estos países está relacionada con la malnutrición y otras comorbilidades propias de la pobreza, y la carencia de sistemas sanitarios capaces de ofrecer tratamientos de soporte eficaces a los enfermos.

A su vez, las causas de las coberturas vacunales bajas en países pobres son, principalmente, la falta de disponibilidad de vacunas asequibles y de logísticas suficientes, aunque pesan también, y no poco, la desinformación, las creencias personales o culturales y la presión de grupos contrarios a las vacunaciones por distintos motivos. 

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