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El sarampión causa estragos en Madagascar y Filipinas

15 marzo 2019
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes

Los brotes de sarampión se multiplican en numerosos países del mundo, tanto en países desarrollados (por ej. en EE. UU. y algunos europeos), como en los países con escasos recursos. En estos, las consecuencias del sarampión son trágicas, con numerosas víctimas.

Los casos de Madagascar y Filipinas son especiales por la magnitud de las consecuencias, con unas mil muertes en el primero y más de 200 en el segundo, cuando apenas han transcurrido un par de meses del año.

Sarampión en Madagascar

Madagascar, una isla situada en el extremo suroriental del continente africano, de una superficie algo mayor a la de España y con casi 25 millones de habitantes, es uno de los países más pobres de África. 

Desde el pasado mes de octubre está sufriendo el peor brote de sarampión de las últimas décadas, con un balance trágico de casi mil muertos por la enfermedad hasta ahora (la gran mayoría de ellos, niños). Pese a los esfuerzos de las autoridades locales y la ayuda internacional y las campañas suplementarias de vacunación de más de 2,2 millones de personas desde octubre, no se han logrado avances significativos hasta el momento. Las causas son las dificultades para lograr vacunas suficientes y hacerlas llegar a la población, el coste, que es inasumible para muchas familias y la capacidad para mantener la cadena del frío (solo el 15 % de la población cuenta con suministro eléctrico estable).

Informe de la OMS, enero de 2019

Un informe de la OMS fechado en enero de 2019 destaca que se trata del peor brote desde 2004, con casi 20·000 casos desde octubre, la mayoría de ellos en la provincia de Analamanga. En el brote actual, los niños de 1 a 14 años representan el 64 % de los casos.

La cobertura vacunal contra el sarampión en Madagascar se ha estimado en el 58 % en 2017 (vacuna antisarampión a los 9 meses de edad, sin otras dosis posteriores, según la OMS). Más de la mitad de los casos (51·%) en el brote actual no han sido vacunados después del año de edad o se desconoce su estado de inmunización. Madagascar tiene la proporción más alta de malnutrición entre los menores de 5 años (47·%) de todo el continente, lo que constituye un riesgo adicional de complicaciones graves y muerte por sarampión.

El genotipo circulante en el brote actual es el B3, frecuente en África y Europa. Sin embargo, no se han notificado casos de sarampión en países vecinos con antecedentes de viaje a Madagascar, y las investigaciones iniciales no han mostrado ningún vínculo con casos de otros países de África o Europa.

El brote de sarampión se produjo al mismo tiempo que el resurgimiento de la peste (Yersinia pestis) en el país, que se repite de manera estacional, lo cual ha afectado la respuesta de salud pública. La OMS estima que el riesgo general de este brote de sarampión es muy alto para Madagascar. Es probable que varios factores que coinciden en la actualidad obstaculicen o retrasen la intervención de salud pública y puedan poner en peligro la respuesta: conflictos tras unas recientes elecciones presidenciales, el aislamiento geográfico y la dispersión de los casos, la inseguridad, la temporada de huracanes y la multiplicidad de los brotes. Las campañas de inmunización suplementarias y el fortalecimiento de las actividades de inmunización sistemática son fundamentales para el control efectivo del brote. La administración de vitamina A puede reducir la morbilidad y la mortalidad del sarampión, en particular en un contexto con altas tasas de malnutrición como es el caso de Madagascar.

El riesgo a nivel regional es bajo, aunque no se puede excluir la propagación del sarampión a las islas vecinas del Océano Índico y a otros países de África y Europa. Se recomienda reforzar la vigilancia en los países vecinos. El riesgo a nivel mundial se considera bajo.

Para los viajeros a la región, el consejo es el de evitar el viaje si es posible, sobre todo si se trata de niños pequeños, y el de asegurar la vacunación con 2 dosis de vacuna triple vírica en los mayores de 12 meses de edad (y una dosis en los lactantes de 6 a 11 meses de edad [dosis no contabilizable a efectos de la vacunación posterior]).

Sarampión en Filipinas

Filipinas es un país formado por más de 7000 islas, situado en el sudeste asiático, con una superficie en conjunto de algo más de la mitad de España y más de 100 millones de habitantes. Es el décimosegundo país más poblado del mundo y el tercero en densidad de población entre los más poblados.

Informe de la OMS, febrero de 2019

El brote de sarampión en Filipinas está teniendo también trágicas consecuencias. Según un informe de la OMS del pasado mes de febrero, son casi 13·000 casos y 203 las muertes registradas desde enero. Más de la mitad de los afectados son menores de 5 años de edad, y del total de casos, el 63·% no estaba vacunado y el resto desconocía su estado de vacunación. 

Las coberturas vacunales en Filipinas son bajas (vacuna del sarampión a los 9 meses y triple vírica a los 12 meses de edad, según la OMS); respecto a la vacuna del sarampión, del 80·% en 2008 ha pasado a menos del 70 % en 2017, y se estima que actualmente han disminuido nuevamente. Entre las causas deben citarse las dificultades de acceso a la vacunación y la caída de la confianza de la población en las vacunaciones tras el fracaso de la introducción de la vacuna del dengue (Hum Vaccin Immunother. 2019;15(3):625-7). Las autoridades filipinas reconocen que, tras la controversia derivada de la vacuna del dengue, la confianza de la población en las vacunaciones se ha derrumbado, y se propone su recuperación para poder atajar la difusión del sarampión. 

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