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Fin del décimo brote de ébola en la Rep. Dem. del Congo, pero no de las amenazas

01 julio 2020
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes

Las autoridades de la Rep. Dem. del Congo (RDC) y la OMS han declarado el final del décimo brote de enfermedad por infección del virus del Ébola, desde 1976, cuando fue identificado este agente. Se trata de un prolongado brote (23 meses, desde el 1 de agosto de 2018 al 25 de junio de 2020), en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, en el este del país, que se ha saldado con un trágico balance: 3470 casos y 2287 fallecidos (letalidad: 65,9 %) (Nature, 26 de junio de 2020).

Ha sido el segundo brote de ébola más importante de África, en duración y víctimas, después del ocurrido en el oeste del continente, principalmente en Guinea, Liberia y Sierra Leona, en 2014-2016, saldado con más de 28.000 casos y 11.000 muertes.

Esto ocurre cuando ya se ha declarado el undécimo brote de ébola en el noroeste del país, que a día de hoy acumula ya 33 casos (30 confirmados y 3 probables) con una letalidad provisional del 39,4 %.

Algunos hechos y cifras representativas de la magnitud del brote recién finalizado

Unas pocas cifras dan una somera idea de la magnitud e impacto del brote finalizado, y de los esfuerzos que un país inmenso y pobre (IDH: 179 de 189 países, en 2019) ha tenido que afrontar:

  • Más de 1500 sanitarios desplegados por la OMS en el terreno (además de varios centenares más movilizados por otras entidades) y más de 16.000 trabajadores locales que han colaborado en las tareas de control, en distintas áreas.
  • Las actividades de control de la enfermedad han incluido a más de 250.000 contactos monitorizados (cada uno de ellos, durante, al menos, 42 días), y más de 220.000 test realizados.
  • Se han llevado a cabo investigaciones sobre prevención con vacunas y tratamientos para la enfermedad (mAb114 y REGN-EB3) que han supuesto importantes mejoras, lo cual es realmente una proeza en el contexto de inseguridad reinante en la zona. 
  • Se han administrado más de 303.000 vacunas rVSV-ZEBOV (suministradas mediante un acuerdo de Gavi con el fabricante, Merck), y una segunda vacuna (Ad26-ZEBOV/MVA-BN-FILO) se ha incorporado al arsenal de medidas de control en octubre de 2019, administrándose más de 20.000 primeras dosis y casi 10.000 segundas.
  • La inseguridad en la región ha sido el mayor obstáculo para la población y los equipos sanitarios. Entre las numerosas víctimas, al menos 11 enfermos murieron violentamente cuando eran tratados en un centro sanitario, y también Richard Valery Mouzoko Kiboung, epidemiólogo camerunés, fallecido en abril de 2019.
  • El brote fue declarado “emergencia de salud pública de interés internacional” (PHEIC, sus siglas en inglés) el 17 de julio de 2019. La OMS, ha cancelado la declaración de PHEIC el pasado 26 de junio de 2020.
  • Varios países, próximos a las zonas donde se ha desarrollado el brote, han participado en la respuesta; han sido: Burundi, Ruanda, Uganda y Sudán del Sur.

Lo logrado es el resultado del trabajo y colaboración de muchos

Además de las autoridades del país y la OMS, han participado:

Los equipos de Médecins sans Frontières, tras el balance final del 10.º brote de ébola en la RDC, han celebrado de forma entusiasta el fin del brote. 

Los peligros no han pasado

Las autoridades advierten de que las amenazas sobre la RDC persisten: antes del final del décimo brote, ya se ha declarado el siguiente, el undécimo, a muchos kilómetros del anterior. Y es que parece muy difícil la eliminación del ébola en el país:

  • La persistencia del virus en algunos tejidos (testículos, ojos, sistema nervioso central, líquido amniótico y tejidos fetales) en los supervivientes.
  • La fauna salvaje constituye un reservorio natural estable de este y otros virus, y la creciente presencia humana en sus hábitats naturales incrementa el riesgo de nuevas zoonosis.
  • Las dificultades para la vigilancia epidemiológica y la atención a los casos sospechosos o confirmados y sus contactos, impuestas por la inseguridad de la zona.
  • Las elevadas necesidades de fondos económicos para mantener la respuesta epidemiológica y asistencial en amplias y remotas regiones.

Además, el país sufre por la presencia y amplia difusión de otras enfermedades, como el sarampión, con más de 6000 muertes en el año anterior, el cólera y la actual pandemia de COVID-19. En este contexto, los esfuerzos de las autoridades y de la población local están siendo titánicos (Gavi y UNICEF han reconocido los esfuerzos del gobierno de la RDC para reforzar y ampliar las vacunaciones infantiles). 

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