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¿Podría la vacuna BCG proteger frente al nuevo coronavirus y la COVID-19?

02 abril 2020
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes


El pasado 31 de marzo se han registrado en ClinicalTrials.gov dos nuevas investigaciones en busca de protección vacunal frente al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la COVID-19.

Se trata de dos estudios en fase 3 con una vacuna ya centenaria, la BCG: NCT04328441 y NCT04327206, a añadir a los ya están en marcha.

Efectos no específicos de las vacunas

Desde hace ya años se ha llamado la atención sobre ciertas observaciones epidemiológicas que indican que algunas vacunas (como las de la tuberculosis -BCG-, la del sarampión y la vacuna oral de la polio -esta última ya en desuso, limitada al control de brotes en lugares seleccionados-) podrían tener efectos heterólogos o no específicos, más allá del microorganismo diana de cada una de ella (Semin Immunol. 2018;39:35-43, Hum Vaccin Immunother. 2018;14(12):2904-10). Las observaciones destacan mejoras de las tasas de mortalidad general (por todas las causas o por causas infecciosas) en poblaciones vacunadas. La vacuna BCG forma parte del tratamiento de algunas formas de cáncer de vejiga y el melanoma, y está sobre la mesa de investigación posibles efectos sobre la evolución de otros cánceres y sobre la incidencia de la diabetes mellitus. 

Un experto, A. Pollard, ha resumido así el estado de la cuestión: “verosímil, plausible, potencialmente importante, pero de implicaciones clínicas inciertas” (Arch Dis Child. 2017;102(11):1077-81). Otros expertos, reconociendo el peso de las observaciones epidemiológicas disponibles y la necesidad de su investigación, destacan que las evidencias son débiles y el riesgo de sesgos no controlados elevado (BMJ. 2016;355:i5434).

La posición de la OMS (WER. 2014;89(21):233-5) se sitúa en la misma línea, y establece que si bien no se pueden afirmar ni descartar estos efectos, son verosímiles y deben ser investigados, a la vez que por el momento no justifican cambios en los esquemas vacunales en ningún país del mundo. En 2017, la OMS marcó las líneas de la investigación a seguir.

La vacuna BCG, ya centenaria (usada desde 1921), es la que cuenta con un mayor número de observaciones y datos epidemiológicos (Clin Infect Dis. 2015;60(11):1611-9), que apuntan a posibles efectos sobre la mortalidad general (Front Immunol. 2018;9:2869). Actualmente más de 150 países en el mundo hacen vacunación sistemática de los recién nacidos y lactantes pequeños con BCG.

Estudios sobre los posibles efectos de la BCG sobre el riesgo de infección por el nuevo coronavirus

La hipótesis de la relación entre la vacunación con BCG y el riesgo de infección por el nuevo coronavirus podría haber surgido de la observación de que "los países sin vacunación sistemática con BCG están siendo más afectadas por la pandemia de COVID-19" según un estudio pendiente de publicar (doi.org/10.1101/2020.03.24.20042937, en fase de “preprint”, pendiente de revisión por pares, y que ya ha recibido críticas sobre la validez de sus conclusiones).

En línea con los posibles efectos inmunológicos atribuidos desde hace años a la BCG (refuerzo de la inmunidad innata: “inmunidad innata entrenada” [Science. 2016;352(6284):aaf1098]), se han abierto nuevas líneas de investigación para aclarar si los efectos de la BCG podrían extenderse y proporcionar protección frente a la infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la COVID-19.

A fecha del 1 de abril de 2020 se han iniciado dos nuevas investigaciones (Science, 23 de marzo de 2020) en el ámbito de la búsqueda de vacunas frente a la COVID-19, una en Holanda y otra en Australia, con la propia BCG, además del anuncio de una más, en Alemania, con un producto candidato a nueva vacuna frente a la tuberculosis (VPM1002) con una versión recombinante de la vieja BCG.

Estudios sobre los efectos de la BCG sobre el riesgo de infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (fuente: ClinicalTrials.gov, 1 de abril de 2020)
Estudio Reducing health care workers absenteeism in SARS-CoV-2 pandemic through bacillus Calmette-Guérin vaccination, a randomized controlled trial (BCG-CORONA, NCT04328441) BCG Vaccination to Protect Healthcare Workers Against COVID-19 (BRACE, NCT04327206)
Fase Fase 3, reclutando Fase 3
Patrocinador University Medical Center, Utrecht, Holanda Murdoch Childrens Research Institute, Melbourne, Australia
Centro colaborador University of Radboud, Holanda The Royal Children's Hospital, Melbourne, Australia
Investigador principal   Nigel Curtis
Producto investigado BCG BCG
Objetivo primario Reducción del absentismo de profesionales sanitarios implicados en la atención a pacientes con COVID-19 Incidencia de la infección por SARS-CoV-2 y de la COVID-19
Métodos Aleatorizado, controlado con placebo (SSF) y doble ciego Aleatorizado, controlado, abierto
Participantes 1000, médicos y enfermeras 4170, sanitarios
Finalización recogida de datos Octubre a diciembre de 2020 Octubre de 2020

Comentario final

Aunque el estudio mencionado que encuentra una posible relación entre la vacunación con BCG y la incidencia de la COVID-19 tiene lagunas metodológicas relevantes, se trata de una línea de investigación interesante que cuenta con la ventaja de usar un producto muy conocido, la vacuna BCG, ya autorizado y en uso en muchos países del mundo, que permitirá contar con los primeros datos en un tiempo relativamente corto (5-8 meses). 

No obstante, hay que destacar que hasta la fecha no hay ninguna evidencia de que el uso de la vacuna BCG proteja de la infección COVID-19, por lo que su uso fuera de las indicaciones establecidas para la prevención de la tuberculosis, debe limitarse al contexto de la investigación, ya que de lo contrario se podría comprometer la disponibilidad de la misma para los programas de vacunación de los recién nacidos en los países de alta endemicidad de la infección y enfermedad tuberculosa.

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Ver también "estado de desarrollo de las vacunas frente al nuevo coronavirus", 30 de marzo de 2020.

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Adenda, 23 de abril de 2020. La OMS, en una nota del 12 de abril de 2020 destaca que tras revisar la bibliografía disponible, no encuentra evidencias que indiquen que la BCG pueda proteger de la infección por el nuevo coronavirus. Por lo tanto, mantiene las recomendaciones de uso de la BCG para la prevención de la tuberculosis en recién nacidos en países de alta incidencia de la enfermedad.

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Más información:

Otras referencias: