Foto: USA TODAY [1]
En el pasado mes de octubre se notificó el comienzo de un brote de cólera en Yemen [2]. Desde entonces no ha hecho más que empeorar la situación y actualmente está fuera de control.
A fecha de 16 de julio de 2017 [3], los casos registrados estaban en torno a los 350 000 y casi 1800 los fallecidos (niños, la mayoría de ellos), habiéndose extendido la enfermedad a casi todo el territorio del país. La OMS informa [4] de que se han detectado casos de cólera también en Somalia y Sudán, y se muestra preocupada por los riesgos de extensión a las regiones vecinas.
Entre las medidas de respuesta a la situación, la OMS y la UNICEF habían previsto enviar un millón de dosis de vacuna del cólera [5] a la zona, de las cuales la mitad estaba ya casi en el destino. Sin embargo, las autoridades de Yemen, tras la consulta a la OMS y la UNICEF, y según los medios comunicación internacionales (CNN, 14 de julio de 2017 [6] y New York Times, 11 de julio de 2017 [7]), han decidido suspender la aplicación de esta medida, por considerarla ineficaz dada la extensión de la epidemia y concentrar en este momento los esfuerzos en la instalación de centros de tratamiento de la diarrea y la deshidratación y la reposición nutricional de los afectados.
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Más información:
- OMS, Humanitarian Health Action: http://www.who.int/hac/crises/yem/en/ [8]
- United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (UN-OCHA): https://www.unocha.org/yemen [9]