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Una vacuna logró erradicar la peste bovina hace 10 años

26 mayo 2021
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes

El 25 de mayo de 2011 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) declaró oficialmente conseguida la erradicación mundial de la peste bovina, logro alcanzado con el uso de una vacuna atenuada. Hoy, la viruela y la peste bovina son las dos únicas enfermedades infecciosas erradicadas con vacunas.

Esta es una web dedicada a las vacunas infantiles, del adolescente y del embarazo, pero la celebración del 10.º aniversario de dicho hito bien merece un recuerdo. Al fin y al cabo hoy sabemos que la salud humana, la salud animal y la del medio ambiente conforman un todo (One Health, Una sola salud), con sus componentes estrecha y obligadamente interconectados.

La base de esta reseña son las siguientes aportaciones (a cuyos autores quedamos agradecidos):

OIE, Organización Mundial de Sanidad Animal

La OIE fue fundada en París en 1924, con el nombre de Oficina Internacional de Epizootias (OIE). En 2003 cambió su nombre (Organización Mundial de Sanidad Animal), pero mantuvo el acrónimo original.

Hoy mantiene su sede en París, reune a 178 países, tiene su web oficial en francés, inglés y español, y actúa de forma complementaria a otras organizaciones auspiciadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como la OMS (fundada en 1948) y la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, fundada en 1945).

Ahora, entre el 24 y el 28 de mayo de este 2021 se está celebrando la 88.ª Sesión anual de la OIE en París, siendo el tema de One Health/Una sola salud uno de los principales debatidos.

La peste bovina

La peste bovina (rinderpest en alemán) es una infección viral que afecta al ganado bovino, pero que también ha causado miles de víctimas humanas, por la dependencia de estos del ganado, tanto para la alimentación (carne y leche), como para el abono para la tierra (estiércol) y como fuerza motriz que, décadas atrás y ahora todavía en algunas áreas poco desarrolladas, ha sido usada para llevar a cabo tareas como el cultivo de la tierra.

El ganado vacuno es el más afectado, auque también afecta a otros bóvidos, como antílopes y ovejas (en general los ungulados de pezuña hendida). Ocasionalmente también a otros animales silvestres, mamíferos herbívoros.

El virus de la peste bovina

Es un virus de la familia Paramyxoviridae, género Morbilivirus. El virus del sarampión, de este mismo género, se cree que pudo tener su origen en mutaciones del virus de la peste bovina, varios siglos atrás. Se conocen tres linajes (asiatico y africano 1 y 2), pero que comparten determinantes antigénicos. Se ha estimado un R0 de entre 1,5 y 4,6, por lo que para detener la extensión de la infección habría que conseguir una cobertura vacunal del 33-78 % de los animales.

Epidemiología y desarrollo histórico de la lucha contra la enfermedad

Es un virus con elevada contagiosidad, la infección da lugar a manifestaciones clínicas en pocos días, y tenía una elevada letalidad. Las epidemias se extendían con rápidez y podían causar la pérdida de la mayoría o todo el ganado de una región. En ocasiones, esto se seguía de unos años de intensas hambrunas y muchas víctimas humanas añadidas. En la península ibérica entró a través de la frontera con Francia a finales del siglo XVIII. 

Desde muy pronto se aprendió que el sacrificio precoz de los animales sospechosos era la clave para evitar la extensión de la infección, pero no era sencillo convencer de ello a los dueños de los animales, por las pérdidas que suponía. A finales del siglo XIX, Austria impulsó una conferencia que reunió a numerosos países interesados en desarrollar mecanismos de protección frente a las epidemias. El acuerdo más importante fue el compromiso de alertar a los países vecinos de la presencia de un brote para que estos vigilaran el comercio de animales con las áreas afectadas. En África la enfermedad se extendió con facilidad; Robert Koch asesoró a las autoridades surafricanas un tiempo, estaba convencido de que se trataba de un microorganismo transmisible y probó a inocular bilis de un animal enfermo a otros, pero sin éxito. Más tarde se probaron otros métodos con resultados variables, como la inyección de suero y otros productos derivados de órganos de animales enfermos. 

Tras la primera conferencia de la OIE en 1928 se dio un importante impulso a la investigación de vacunas inactivadas; Filipinas fue el primer país que puso en marcha campañas de vacunación del ganado con virus inactivados por métodos químicos obtenidos de la sangre y bazo de animales enfermos.

En la Segunda Guerra Mundial (SGM), EE. UU. temía un ataque japonés con armas biológicas (el virus de la peste bovina entre ellos) y decidió acelerar el desarrollo de vacunas atenuadas (aprovechando las enseñanzas de la polio). Ambos países emprendieron una carrera por lograr una vacuna que protegiera a su cabaña animal. Las pruebas fueron numerosas, y, finalmente, el virólogo estadounidense Richard Shope encontró una fórmula para obtener vacunas mediante el pase de los virus por huevos de aves. Antes de acabar la SGM, EE. UU. tenía dispuesta una vacuna para defenderse del supuesto ataque japonés, que según lo sabido después sí estuvo entre los planes nipones. 

Una vez acabada la contienda se reanudó la colaboración entre países y se aceleró la investigación. En China se probó con éxito una vacuna atenuada obtenida de la infección de conejos (vacuna lapinizada), y en 1955 notificaron su último caso. Asia acabó con la peste bovina en 1957. 

En los años 60 el veterinario británico Walter Plouwright consiguió reproducir el virus en cultivos celulares de riñón de vaca. Este hallazgo permitía prescindir de los animales vivos o huevos para mantener al virus vivo en el laboratorio. La nueva vacuna TCRV (Tissue Culture Rinderpest Vaccine) era segura para todas las especies de ganado, de todas las edades, confería protección de por vida y era barata y fácil de producir, aunque necesitaba estar refrigerada. Más adelante, el veterinario estadounidense Jeffrey C. Mariner logró una vacuna termoestable (TRV o ThermoVax) utilizando cultivos celulares de riñón de mono (células Vero), lo que abrió la puerta para el control de la enfermedad en el continente africano.

A partir de aquí, con las medidas de control y vigilancia del ganado (se cuenta con dispositivos de diagnóstico in situ rápidos) y la extensión de las vacunas, por fín, el 25 de mayo de 2011, la OIE, tras las comprobaciones necesarias, declaró que el mundo había hecho desaparecer al virus de peste bovina y las pérdidas causadas tanto en el propio ganado como entre las poblaciones que necesitaban los animales. Es difícil calcular cuanto ha costado conseguirlo, pero por mucho que haya sido, ha valido la pena.

Ahora la tarea pendiente es cómo y cuándo destruir las muestras del virus todavía conservadas en instalaciones de alta bioseguridad, pues si alguna vez emergiera el virus de nuevo (evento que se considera posible) se dispone de suficientes herramientas (genoma secuenciado, antígenos identificados, etc.) para reanudar la lucha.

Otras amenazas para el ganado

Otros virus similares, del género Morbilivirus, amenazan a otros mamíferos herbívoros, como el llamado virus de la peste de los pequeños rumiantes (PPR), que sigue causando brotes de una infección con alta letalidad entre ovejas y cabras. La OIE ha desplegado planes de control de esta enfermedad animal que incluye el uso de vacunas en las zonas afectadas.

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