Frente al paludismo (malaria), quizás dos vacunas sean mejor que una
Impacto global del paludismo
El paudismo (malaria) sigue siendo hoy una enfermedad con un imparto extraordinario en la salud humana, según muestra el Informe de la OMS sobre la malaria en el mundo 2017. En la lucha contra el paludismo, distintos son los frentes abiertos: control de los vectores, quimioprofilaxis, prevención mediante vacunas, diagnóstico precoz mediante técnicas rápidas en el lugar de atención, tratamiento, estrategias de reducción de resistencias a los antipalúdicos, etc.). La investigación en vacunas es intensa, aunque los resultados se resisten.
Investigación de vacunas frente al paludismo
Actualmente se investigan numerosos productos (ver figura abajo) candidatos a vacuna frente al paludismo (malaria). Las vías de investigación incluyen productos con mecanismos de acción diferentes enfocados a las, así mismo, distintas etapas del ciclo vital del parásito causante de la infección (Plasmodium falciparum, P. vivax y P. ovale).
Los distintos productos investigados muestran resultados variables de capacidad de reducción de los casos de paludismo (48 a 68 %). La vacuna preeritrocítica RTS`S (Mosquirix) es el producto más avanzado y en el cual se ha depositado gran confianza pese a que su eficacia parece no superar el 50 %.
Un enfoque novedoso: dos vacunas a la vez
Cada uno de los productos en investigación sigue su desarrollo de forma específica, pero hasta ahora no se había abordado el uso combinado de dos de los productos, en busca de pruebas de si este enfoque podría aportar una efectividad mayor que la procurada por cada vacuna de forma individual.
Se ha publicado un estudio que, por primera vez, explora esta vía. El estudio publicado en eLife ha sido patrocinado por PATH Malaria Vaccine Initiative y el Medical Research Council (MRC) británico y prueba dos candidatos a vacuna antipalúdica enfocados a distintas etapas del ciclo vital del parásito
Las vacunas que bloquean la transmisión del parásito (TBV: transmission-blocking vaccine) desde los mosquitos reducen el número y la capacidad infectiva del parásito presente en el aparato digestivo y glándulas salivares del mosquito. La vacuna TBV generaría anticuerpos neutralizantes frente a determinadas proteínas del parásito, cuya presencia en el torrente sanguíneo tendría como consecuencia que los parásitos que el mosquito vector obtiene tras picar al huésped infectado tendrían una viabilidad reducida.
Las vacunas preeritrocíticas (PEV: pre-erythrocytic vaccine) buscan, por el contrario, evitar la progresión de la infección a la fase eritrocítica tras la infección hepática por el parásito.
Frente a la malaria, ¿dos vacunas mejor que una?
El estudio mencionado (Elife. 2018;7:pii:e35213) es una compleja investigación sobre modelos animales en el se concluye que el uso simultáneo de una vacuna bloqueadora de la transmisión y otra preeritrocítica consigue una reducción de los casos de malaria del 90,8 % (IC 95 %: 86,7-94,2 %), superior a la capacidad de reducción de la infección de cada una de ellas por separado (48-68 %).
Se trata de una investigación muy preliminar por lo que es pronto para sacar conclusiones, pero es la primera vez que se aborda un enfoque que combina dos productos vacunales en investigación y que encuentra que el beneficio obtenido es mayor que el que se puede esperar de cada uno de los productos aisladamente. Dado el extraordinario impacto actual del paludismo en el mundo y la necesidad de dar pasos definitivos en su mejora, es un enfoque interesante.
Tiempo y recursos para la ciencia y veremos hasta donde llega esta vía de investigación.