Vista creada el 18/04/2024 a las 03:36 h

Maurice R. Hilleman, el hombre de las 40 vacunas

11 abril 2018
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes.
El 11 de abril se cumple el aniversario de la muerte de Maurice R. Hilleman, uno de los grandes de la vacunología.

Maurice R. Hilleman

Se cumple ahora un nuevo aniversario de la muerte de Maurice R. Hilleman [1], el 11 de abril de 2005, con 85 años de edad. Maurice Hilleman, nacido el 30 de agosto de 1919 en EE. UU., ha sido uno de los más grandes investigadores en el campo de las vacunas. Muchos piensan que no se le han reconocido suficientemente [2] los méritos, a lo largo de más de 50 años de trabajo. Poco antes de su muerte, todavía se mantenía activo como profesor de Pediatría en la Universidad de Pensilvania.

En 1941 se graduó en Microbiología en la Universidad de Chicago. Desde entonces trabajó infatigablemente y participó de forma relevante en la creación y el desarrollo de varias docenas de vacunas, entre ellas algunas de las que componen los programas de vacunación de todo el mundo. Se le ha llamado el hombre de las 40 vacunas [3], el padre de más de 40 vacunas [4], creador de vacunas [5]el vacunólogo del siglo XX [6], un gran hombre olvidado [7] y un pionero de las vacunas [8].

A lo largo de su vida trabajó en numerosos puestos en entidades públicas, universidades y empresas farmacéuticas. En 1957 ingresó en Merck, donde permaneció más tiempo y donde desarrolló la mayoría de las vacunas. Hilleman ideó, creó y controló todas las fases de desarrollo y producción de las vacunas del sarampión, rubeola, parotiditis, hepatitis A y B, Haemophilus influenzae tipo b y varicela. También participó de forma relevante en otras vacunas (meningococos, neumococo, etc.).

En una de sus últimas publicaciones (Vaccine. 2000;18:1436-47 [9]) describe una perspectiva del desarrollo de las vacunas en las que participó. Según él mismo ha dicho, su mayor logro fue la vacuna recombinante de la hepatitis B [10], después de descartar otra producida a partir del plasma por su reactogenicidad.

La historia de la vacuna de la parotiditis (contada aquí por J. M.ª Lloreda [11]) es realmente extraordinaria. En marzo de 1963, su hija de 5 años, llamada Jeryl Lynn, padeció parotiditis y su padre no dudó en obtener muestras del virus de la garganta de la niña que, tras su atenuación y preparación, constituyó la base de la vacuna contra la parotiditis que aún hoy utilizamos en todo el mundo. También otra hija de Maurice participó en los ensayos de prueba de la vacuna. Según se ha dicho, “la hija de Maurice, Jeryl Lynn, se recobró de la parotiditis, pero el virus de la parotiditis nunca se recobró de Jeryl Lynn” (Nature Med. 2005;11(4):s2 [12]).

Participó en numerosos comités e instituciones y ha recibido numerosos reconocimientos, pero nunca tuvo la notoriedad pública de otros contemporáneos suyos, como Jonas Salk [13] y Albert Sabin [14]. J. Tuells describe [15] con detalle el particular carácter y el incansable y prolongado trabajo de Maurice Hilleman. Según refiere Tuells en su recuerdo de Hilleman, este otorgaba  a Louis Pasteur [16], Robert Koch [17], Emil Adolf von Behring [18] y Paul Erlich [19] la categoría de “gigantes” de la vacunología. Quizás él mismo pudiera estar a la altura de los gigantes.

Fragmento del documental HILLEMAN – A Perilous Quest to Save the World’s Children, producido por Medical History Pictures y patrocinado por el Vaccine Education Center del Children’s Hospital of Philadelphia, galardonado en el certamen Scinema en la categoría de Best Documentary en 2016.

-oOo-

Más información

Otras referencias

Notificaciones Push
No enviar notificación push