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La vacunación frente a la COVID-19 en niños y adolescentes: reflexiones desde el CAV-AEP

09 diciembre 2025
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes
Desde el CAV-AEP se considera necesario realizar una reflexión sobre la vacunación frente a la COVID-19 en la población infantojuvenil.

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Vacunación de los niños y adolescentes frente a la COVID-19 

Recientemente, en esta sección de Noticias [1], se ha publicado una actualización del documento de preguntas y respuestas sobre la vacunación frente a la covid en niños y adolescentes [2]. La campaña de vacunación en España en la edad pediátrica se inició en junio de 2021, comenzando por los adolescentes de 12 años o más, y se amplió en diciembre del mismo año a los niños de 5 a 11 años.

En julio de 2023, la recomendación de vacunación se limitó a determinados grupos: personas mayores de 6 meses con alto o muy alto riesgo, aquellas de 5 años o más institucionalizadas de manera prolongada o residentes en centros de discapacidad, así como convivientes de personas con un grado elevado de inmunosupresión.

No obstante, desde el CAV-AEP se considera necesario realizar una reflexión sobre la vacunación frente a la COVID-19 en la población infantojuvenil. Esta reflexión tiene en cuenta la duración de la protección vacunal según la edad y las condiciones de riesgo, la estacionalidad observada del SARS-CoV-2 en las últimas temporadas y la posible necesidad de administrar dosis de refuerzo adicionales en los grupos de mayor vulnerabilidad.

Curva estacional y variantes

Desde el inicio de la pandemia, la incidencia de la covid sintomática o grave en niños y adolescentes fue significativamente menor que en los adultos. Sin embargo, con la aparición de variantes como alfa, delta y, sobre todo, ómicron (responsable de la mayoría de los casos pediátricos tras 2022), se observaron aumentos esporádicos en la transmisibilidad (Figuras 1 y 2).

  • En 2020, la incidencia tuvo sus picos más significativos entre marzo-abril debido a la cepa original (Wuhan/España), y otro repunte a finales de año con la segunda onda.
  • 2021 estuvo dominado por la variante alfa al inicio y delta en verano, donde apareció la llamada “quinta ola” con incrementos de casos especialmente entre los jóvenes.
  • 2022 marcó la transición a la época ómicron (BA.1, luego BA.5), con mayores contagios, pero menor gravedad, registrándose repuntes en invierno y nueva subida en verano.
  • 2023 se caracterizó por la circulación de subvariantes ómicron y una serie de repuntes menos castigadores, con ligera subida en verano y otoño por EG.5 y JN.1.
  • 2024 dominado sucesivamente por XBB.1.5, BA.2.86, JN.1 y KP.2, con baja incidencia en primavera, repunte leve estival y determinadas subvariantes bajo vigilancia.
  • 2025 mantiene la tendencia de bajo impacto, aunque con nuevos repuntes estivales asociados a las variantes ‘Stratus’ (XFG), que es una recombinación de dos sublinajes de ómicron (LF.7 y LP.8.1.2) y ‘Nimbus’ (NB.1.8.1), sin llegar al umbral epidémico. La circulación sigue, y los casos están aumentando ligeramente con la entrada del otoño, aunque la presión asistencial permanece baja.

Figura 1: Incidencia de COVID-19 en España (2020 – sept 2025)

[3]Incidencia de COVID-19 /100 000 habitantes en España (datos generados por IA a partir de datos de SIVIRA desde enero 2020 a septiembre 2025, semana 39). Fuente: SIVIRA [4]

Figura 2. Tasas de COVID-19 (síndrome) en las temporadas 2022-23 a 2025-2026. SiVIRA. Semana 47/2025 (del 17 de noviembre al 23 de noviembre de 2025)

[5]

A lo largo de estos casi 5 años, el patrón estacional muestra un predominio invernal con repuntes estivales casi todos los años desde 2021, coincidiendo con periodos vacacionales y mayor atención y capacidad diagnóstica, mientras que los episodios en otoño-invierno suelen mezclarse perceptivamente con la gripe y otros virus respiratorios. El año 2020 y primera mitad de 2021 contienen las ondas más graves en cuanto a morbilidad y mortalidad, pero a medida que han ido avanzando los años y cambiaron las variantes, la gravedad descendió y la incidencia se estabilizó en cotas bajas, con leves incrementos en verano y entrada de nuevas cepas.

La tendencia actual (2025) es la de una circulación continua y sin grandes ondas epidémicas, con coexistencia de diferentes variantes que se identifican por vigilancia centinela.

Recomendaciones de vacunación (Ministerio de Sanidad)

La evolución en España de las indicaciones de la vacunación frente a COVID-19 en niños de 6 meses a 18 años desde 2021 ha sido la siguiente:

  • Junio 2021: comienza la vacunación en adolescentes ≥12 años, con autorización y campaña dirigida a este grupo.
  • Diciembre 2021: se amplía la vacunación a niños de 5 a 11 años, con inmunización para este grupo general, motivado por la circulación intensa de la variante ómicron y evidencia de vacuna segura y eficaz.
  • 2022: se autoriza la vacunación desde los 6 meses de edad para grupos con condiciones de alto riesgo, incluyendo inmunodepresión, enfermedades crónicas graves respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, obesidad, diabetes, etc. Se recomienda vacunación en niños internados en centros especiales y convivientes con inmunodeprimidos.
  • Desde 2023: la vacunación sistemática para niños de 6 meses a 12 años queda limitada a grupos de alto riesgo y situaciones especiales, además de personas institucionalizadas de manera prolongada y convivientes de personas con alto grado de inmunodepresión. Se prioriza vacunación en colectivos vulnerables, con vacunas adaptadas. 
  • Campaña 2025-2026: la vacunación está autorizada desde los 6 meses hasta los 11 años en grupos de muy alto riesgo, y desde los 12 años en grupos con determinadas condiciones de riesgo o inmunosupresión grave.  Se recomienda una dosis adicional en personas con inmunosupresión extrema (trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido, fallo renal crónico, infección por VIH con bajo recuento de CD4 [<200 cel/μl], algunas inmunodeficiencias primarias y con ciertas terapias inmunosupresoras). Las indicaciones de vacunación de población infantojuvenil del Ministerio de Sanidad de España se recogen en la Tabla 1. 

[6]

Vacunas recomendadas para 2025-2026 (adaptadas a la variante LP.8.1)

  • Comirnaty (Pfizer-BioNTech) adaptada para cada grupo de edad (tapón gris 30 microgramos a partir de 12 años, tapón azul 10 microgramos de 5 a 11 años y tapón amarillo 3 microgramos de 6 a 59 meses), dosis y formulación adaptada a las variantes circulantes
  • En algunos casos, vacunas de Moderna adaptadas (Spikevax) pueden usarse según autorización específica y disponibilidad
  • Recientemente ha sido aprobada la vacuna proteica Bimervax (Hipra) que está autorizada a partir de los 12 años

[7]

Fuente: Andavac. https://www.andavac.es/wp-content/uploads/instrucciones/Instruccion_Vacu... [8]

Consideraciones del CAV-AEP sobre la vacunación frente a la COVID-19 en la población infantil y adolescente

Desde el CAV de la AEP se considera evidente que la vacunación frente a la COVID-19 debe priorizar a la población con condiciones de riesgo y muy alto riesgo a partir de los 6 meses de edad, dada su mayor vulnerabilidad a desarrollar formas graves de la enfermedad.

Momento óptimo de inmunización

Determinar el momento idóneo para la administración de la vacuna puede generar debate. Actualmente, la vacunación se concentra en un periodo concreto del año, pese a la variabilidad estacional que el SARS-CoV-2 ha mostrado en las últimas temporadas. Es cierto que la coincidencia temporal con otras campañas, como la de la gripe, facilita la logística de distribución y administración, mejora la accesibilidad y permite aprovechar sinergias que incrementan las coberturas vacunales.

Sin embargo, podría ser conveniente avanzar hacia una estrategia de vacunación frente a la COVID-19 menos restringida al periodo otoñal, con la posibilidad de mantener la oferta vacunal a lo largo del año. Esto permitiría asegurar una protección más continua en los colectivos vulnerables objeto de esta vacunación.

Pauta de vacunación

El CAV-AEP aconseja una dosis única de vacuna frente a la COVID-19, en mayores de 6 meses con condiciones de riesgo sin inmunosupresión (independientemente del número de dosis recibido en temporadas anteriores y del antecedente de infección), así como en inmunodeprimidos que hubieran recibido una pauta primaria de vacunación completa en temporadas anteriores. 

Sin embargo, los niños entre 6-59 meses con inmunosupresión y las personas mayores de 6 meses con inmunosupresión y riesgo alto de COVID-19 grave (trasplante de progenitores hematopoyéticos [TPH], receptor de terapia de células T con receptor de antígeno quimérico [CAR-T], trasplante de órgano sólido, fallo renal crónico, infección por VIH con bajo recuento de CD4 [<200 cel/μl], algunas inmunodeficiencias primarias, ciertas terapias inmunosupresoras) que no hayan recibido anteriormente una pauta primaria completa en temporadas anteriores y no tienen antecedentes de infección previa, deben recibir una pauta de 3 dosis (0-3-8 semanas). 

Además, los pacientes con inmunosupresión y riesgo alto de COVID-19 grave deben recibir una dosis adicional, al menos, 3 meses tras la última dosis de vacuna COVID-19 o de la infección, intervalo que se puede reducir a 3 semanas si van a iniciar o aumentar la intensidad de un tratamiento inmunosupresor. Esta misma pauta de 4 dosis se aplica a los pacientes que son vacunados por primera vez tras TPH o CAR-T, independientemente de sus antecedentes de vacunación o de infección.

Duración de la protección vacunal

La protección conferida por las vacunas de ARNm frente a la COVID-19 depende de diversos factores, como la edad, el estado inmunitario y el tipo de desenlace considerado (infección, hospitalización o fallecimiento). La duración de dicha protección oscila entre 3 y 9 meses en los pacientes no inmunocomprometidos, siendo generalmente más corta —de 3 a 4 meses— frente a la infección y más prolongada frente a las formas graves. En los pacientes inmunocomprometidos la efectividad vacunal frente a hospitalización es más baja y se extingue a los 4-6 meses.

Esto implica que incluso una vacunación anual puede no garantizar una protección sostenida, especialmente en los pacientes más vulnerables.
Surge así una cuestión relevante: ¿sería necesario administrar más de una dosis de refuerzo al año en determinados niños y adolescentes inmunodeprimidos?

Aspectos logísticos y tipo de vacuna

Las limitaciones logísticas y de conservación de las vacunas de ARNm han condicionado hasta ahora su uso principalmente durante un periodo estacional concreto. En este contexto, las vacunas proteicas (actualmente autorizadas a partir de los 12 años) podrían aportar ventajas, tanto por su almacenamiento más sencillo a temperaturas de 2–8 ºC, como por los datos preliminares que sugieren una protección más duradera, potencialmente de hasta un año.

En conclusión

En consecuencia, el CAV-AEP considera conveniente valorar la posibilidad de establecer pautas de vacunación y refuerzo más flexibles. Asimismo, se propone la administración de una segunda dosis de refuerzo en casos de inmunosupresión grave (por ejemplo, una dosis en otoño y otra en primavera), ajustándose siempre a la situación clínica y al grado de vulnerabilidad de cada paciente.

Aunque esta medida supondría un desafío organizativo y logístico, podría contribuir a mejorar la protección de las personas más gravemente comprometidas, especialmente dentro de la población infantil y adolescente.

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Referencias bibliográficas

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