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El legado de Henrietta Lacks

12 enero 2023
Fuente: 
Elaboración propia a partir de varias fuentes
Reconocimiento de la aportación de Henrietta Lacks y las células HeLa al desarrollo científico

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Contenido
● Introducción ● Henrietta Lacks [ver [2]] ● Células HeLa [ver [3]] ● Reconocimiento de la aportación de Henrietta Lacks [ver [4]] ● Impacto de las células HeLa en la investigación biomédica [ver [5]] ● Más información [ver [6]]
En pocas palabras
● En 1951, Henrietta Lacks, una mujer afroamericana de 31 años, fue al Hospital Johns Hopkins de Baltimore para recibir tratamiento por cáncer de cuello uterino, falleciendo poco después
● Algunas de sus células cancerosas comenzaron a usarse en investigación debido a su capacidad única de crecer y dividirse continuamente en el laboratorio
● Los cultivos de células HeLa han permitido un desarrollo extraordinario de la investigación biomédica desde entonces, entre otros la de las vacunas de la polio, el VPH y la covid
● Ni Henrietta Lacks, en su momento, ni su familia, hasta muchos años después, supieron del uso y aportación de las células HeLa, hechos que la ciencia y la historia tratan de reparar

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Recientemente, BBC News ha informado [7] de que una organización altruista, Roanoke Hidden Histories [8], dedicada a destacar las contribuciones humanitarias y científicas de los afroamericanos en los EE. UU., ha erigido una estatua a Henrietta Lacks, en su ciudad natal, Roanoke, Virginia, por su extraordinaria contribución a la investigación en biociencias.

La historia de Henrietta Lacks, una humilde trabajadora de las plantaciones de tabaco en EE. UU. en el segundo cuarto del siglo XX, y de las células HeLa, su extraordinaria aportación a la ciencia merece un lugar destacado en la historia (NIH [9]Hassan A, NYT 2018 [10]).

Los cultivos de células HeLa fueron los primeros en ser desarrollados, en 1951, seguidos, una década después, por los cultivos celulares WI-38 y MRC-5 [11], que en conjunto han permitido avances científicos de extraordinario impacto.

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Henrietta Lacks

[13]El legado de Henrietta Lacks [1] (nacida como Loretta Pleasant, Roanoke, Virginia, 1/ago de 1920 – Baltimore, Maryland, 4/oct de 1951 [14]) a la humanidad ha sido el desarrollo científico que han permitido las células HeLa (Henrietta Lacks), células tumorales provenientes de un adenocarcinoma de cervix uterino de esta mujer afroamericana, que falleció por esta causa a los 31 años de edad, en 1951, en el hospital Johns Hopkins (Baltimore, Maryland, EE. UU.), uno de los pocos hospitales que en aquel tiempo atendía a personas afroamericanas, aunque en salas segregadas. 

La historia de Henrietta Lacks ha sido recogida en el libro The Immortal Life of Henrietta Lacks que indaga profundamente en los aspectos éticos y raciales de la medicina (Silberman S, Nature 2010 [13]). También un documental de HBO (The Immortal Life of Henrietta Lacks. HBO 2017 [15]) ha reconocido las contribuciones al desarrollo de la investigación en las biociencias de esta mujer, que ha sido definida como “la madre de la ciencia biomédica moderna”. 

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Células HeLa

[16]Una muestra de la biopsia del adenocarcinoma de Henrietta Lacks fue enviada desde el hospital Johns Hopkins hasta un laboratorio cercano dirigido por George O. Gey (1899-1970) [16], un prominente investigador del cáncer y de los virus, que había estado recolectando y tratando de cultivar las células de todas las pacientes que llegaban al Hospital Johns Hopkins con cáncer de cuello uterino. 

El Dr. Geys se sorprendió por el hecho de que, mientras todas las células que había tratado de cultivar hasta entonces habían muerto en un corto plazo de tiempo, las células del adenocarcinoma de Henrietta Lacks, no solo no morían, sino que duplicaban su número cada 20-24 horas. 

[17]A día de hoy, las células HeLa se han utilizado en más de 100 000 estudios para conocer el efecto de las toxinas, los fármacos y los virus sobre el crecimiento de las células cancerosas. También han sido cruciales para el estudio del genoma humano y para el desarrollo de vacunas como las de la polio, el papilomavirus (VPH) y las vacunas frente a la COVID-19 (Samuel L, STAT 2017 [18]; Turner T, J Health Care Poor Underserved 2012 [19]; Jackson N, Harvard University 2020 [20]).

Numerosos experimentos han usado las células HeLa para determinar el impacto de la radiación en las células cancerosas, hasta el punto de que en 2002 fueron enviadas al espacio para conocer el daño celular causado por la radiación espacial (Ohnish, T, J Radiation Res 2002 [21]).

Hace pocos años, se concedieron dos premios Nobel por descubrimientos en los que las células HeLa desempeñaron un papel central, a saber, el vínculo entre el VPH y el cáncer de cuello uterino (2008, Harald zur Hausen [22]) y el papel de la telomerasa en la prevención de la degradación cromosómica (2009, Elizabeth Blackburn [23], Carol Greider [24] y Jack Szostak [25]).

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Reconocimiento de la aportación de Henrietta Lacks

Siguiendo los estándares y prácticas de la época, no se solicitó consentimiento informado a Henrietta Lacks ni a su familia para enviar la muestra tumoral al laboratorio de investigación. Sin embargo, el hospital Johns Hopkins nunca vendió ni se benefició del descubrimiento o distribución de células HeLa, y no posee derechos de uso de esta línea celular, que siempre ha facilitado de forma gratuita para la investigación científica.

Con todo, el propio Hospital Johns Hopkins ha reconocido que “después de revisar nuestras interacciones con Henrietta Lacks y con la familia Lacks durante más de 50 años, hemos llegado a la conclusión de que Johns Hopkins podría y debería haber hecho más para informar y trabajar con los miembros de la familia de Henrietta Lacks por respeto a ellos, su privacidad y sus intereses personales. Aunque la recolección y el uso de las células de Henrietta Lacks en la investigación era una práctica legal y aceptable en la década de 1950, tal práctica no podría llevarse a cabo hoy en día sin el consentimiento de la paciente”.

Posteriormente, la OMS, en una ceremonia que tuvo lugar en su sede, el 13 de octubre de 2021, reconoció el legado de Henrietta Lacks (BBC, 13/oct 2021 [26]; OMS, 13/oct 2021 [27]). Según las palabras de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de esta organización, “Henrietta Lacks fue explotada. Ella es una de las muchas mujeres de color negro, cuyos cuerpos han sido mal utilizados por la ciencia. Confió en el sistema de salud para poder recibir tratamiento, pero el sistema tomó algo de ella sin su conocimiento o consentimiento”. 

[28]Pese a la contribución inconmensurable de las células HeLa a la investigación biomédica, que ha proporcionado miles de millones de dólares a las industrias de biotecnología, la familia Lacks nunca ha recibido ningún beneficio y ha sido mantenida al margen de todas las decisiones que han afectado a las células de su antepasada. 

Esta parte de la historia salió a la luz cuando unos investigadores alemanes, en marzo de 2013, secuenciaron el genoma de las células HeLa y compartieron sus resultados en una base de datos abierta (Landry JJM, G3 Bethesda 2013 [29]) dependiente del EMBL's European Bioinformatics Institute (Reino Unido) y el NIH’s National Center for Biotechnology (EE. UU.), hecho que alarmó y molestó a los descendientes de Henrietta Lacks, lo que llevó a los investigadores alemanes a retirar su estudio de las bases de datos de acceso público, para tener tiempo de reflexionar sobre el camino a seguir. 

[30]Un poco más tarde, en agosto del mismo año, se publicó un estudio financiado por el NIH en el que se mostraba el genoma y epigenoma de las células HeLa (Adey A, Nature 2013 [31]). Kathy L. Hudson y Francis S. Collins, directora adjunta y director del NIH (National Institutes of Health), respectivamente, en un comentario en la misma revista (Hudson KL, Nature 2013 [28]) estiman que la publicación del genoma de las células HeLa no violó ninguna regla o ley. También señalan que el genoma de estas células no es idéntico al genoma de Henrietta Lacks, ya que las células llevan las modificaciones genéticas que les permiten formar un tumor y crecer prolíficamente. Sin embargo, también reconocen que la secuenciación puede revelar información sobre la línea germinal de los descendientes de Henrietta Lacks, que pertenecería a su esfera privada. Todo ello condujo a conversaciones para establecer un acuerdo de solución de compromiso entre el NIH y los descendientes [17], que finalmente consistió en que los familiares, a través de una fundación sin ánimo de lucro (Henrietta Lacks Foundation [32]), pudieran tener un control del acceso a estos datos y, por tanto, un papel crucial en el desarrollo de la ciencia que use el genoma de las células HeLa. Este último acuerdo, junto con los actos de reconocimiento hacia Henrietta Lacks, parece cerrar de forma definitiva el oscuro camino de trasgresiones éticas e injusticias sufrido por esta mujer y sus descendientes (Montoya M, Agencia SINC 2022 [30]).

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Impacto de las células HeLa en la investigación biomédica

En la figura adjunta, del NIH en 2013, se muestra una infografía (disponible en Wikimedia/Wikipedia) [9] que resume el desarrollo histórico y el impacto de la línea celular HeLa en la investigación biomédica.

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Más información

Otras referencias

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