Figura.- Incidencia de fiebre tifoidea en países de ingresos bajos y medios.
Mogasale V, Maskery B, Ochiai RL, Lee JS, Mogasale VV, Ramani E, et al. Burden of typhoid fever in low-income and middle-income countries: a systematic, literature-based update with risk-factor adjustment. Lancet Glob Health. 2014;2(10):e570-80 [1].
La fiebre tifoidea [2] es una enfermedad potencialmente grave causada por Salmonella enterica serovar Typhi [3] que se adquiere por vía fecal-oral, y más frecuente en ambientes con deficientes condiciones de saneamiento, donde la contaminación de las fuentes de agua para el consumo humano o los alimentos causan brotes epidémicos. Como ocurre en tantas otras enfermedades infecciosas, los niños pequeños representan el grupo más vulnerable. La ausencia de una vacuna realmente eficaz en lactantes, junto a la creciente aparición de resistencias a múltiples antimicrobianos, hace cada día más difícil la lucha contra esta enfermedad.
El pasado 3 de enero la OMS anunció [4] la precalificación de la primera vacuna conjugada para prevenir la fiebre tifoidea (Typbar-TCV®, fabricada por Bharat Biotech [5], India) tras el análisis del trabajo de Celina Jin y cols. publicado en The Lancet [6] en diciembre de 2017 y otros estudios [7] previos.
La vacuna Typbar-TCV® ha sido evaluada positivamente por la OMS [8] por cumplir los preceptivos criterios de calidad, seguridad y eficacia, dándole el visto bueno para la valoración ulterior por parte de las agencias reguladoras. Esta vacuna se aplica actualmente en mayores de 6 meses en países como India o Nepal con resultados muy prometedores. Un análisis preliminar de la implementación de esta vacuna en entornos endémicos de escasos recursos ha encontrado un balance de coste-efectividad favorable [9].
A día de hoy, nuestro arsenal vacunal contra la fiebre tifoidea [10] (indicada a viajeros a zonas endémicas) es limitado, ya que los preparados disponibles [11] no son aplicables en menores de 2 años. Las vacunas parenterales inactivadas (Typhim Vi [12]®, Typherix [13]®) actualmente disponibles en España son vacunas polisacáridas y, por tanto, no inmunógenas en pacientes menores de 24 meses, mientras que la vacuna viva oral disponible (Vivotif [14]®) tiene el inconveniente de estar formulada en cápsulas, haciendo imposible su administración a menores de 6 años.
Se estima que cada año se producen [2] entre 12 y 20 millones de casos de fiebre tifoidea en todo el mundo, con una tasa de mortalidad del 1·%, por ello, la Global Alliance for Vaccines and Immunization (GAVI) ha confirmado la asignación [15] de 85 millones de dólares estadounidenses para implementar la vacuna en el sur Asia y en el África subsahariana entre 2019 y 2020. Tasada por Bharat Biotech en 1,5 dólares cada dosis, Typbar-TCV® podría proteger a millones de niños en todo el mundo, con lo que se estima que se reduzca en gran medida su morbi-mortalidad. Una vez empiecen a funcionar los programas de prevención usando este preparado en los países de alta endemia, irán aflorando los datos de efectividad y seguridad que consolidarán las estrategias futuras de inmunización a escala global.
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Más información
- WHO prequalifies breakthrough vaccine for typhoid [4], 3 de enero de 2018.
- Jin C, Gibani MM, Moore M, Juel HB, Jones E, Meiring J, et al. Efficacy and immunogenicity of a Vi-tetanus toxoid conjugate vaccine in the prevention of typhoid fever using a controlled human infection model of Salmonella Typhi: a randomised controlled, phase 2b trial. Lancet. 2017;390(10111):2472-80 [6].
- Las vacunas de la fiebre tifoidea [11] en el Manual de Vacunas en línea de la AEP.
- Fichas técnicas de vacunas contra la fiebre tifoidea [10] en esta web.
- Capítulo de fiebre tifoidea y paratifoidea [16] en el Yellow Book 2018.
- Más noticias sobre la fiebre tifoidea [17] en esta web.